Una habitación con decoración infantil para dar confianza

Ana Torrecillas
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La Unidad Especializada del Sueño cuenta con dos habitaciones para realizar las pruebas de polisomnografía tanto adultos como a menores

Equipo muestra la tecnología de las pruebas - Foto: Óscar Solorzano

Una jirafa duerme plácidamente en una nube, le acompañan un gato con manchas, un osito y un cerdito. Los motivos infantiles decoran todas las paredes de la habitación de la Unidad Especializada del Sueño. Es el cuarto destinado a realizar las pruebas polisomnográficas a pacientes menores. Un lugar acogedor, que busca generar un ambiente cálido y de confianza para los niños que tendrán que pasar la noche en el hospital.

Es una manera de 'dulcificar' la estancia que consta de la tecnología necesaria para llevar a cabo la prueba y monitorizar al paciente a través de una serie de cables y elementos de ventilación. 

La doctora Alejandra Roncero, señala que tanto para adultos como menores, la prueba para realizar el diagnóstico es la polisomnografía, una terapia videovigilada mediante un registro electroencefalográfico de las ondas y su actividad cerebral para clasificar las diferentes fases del sueño y un registro de otras variables fisiológicas respiratorias: niveles de oxigenación, ronquido, flujo del aire nasal y bucal, movimientos torácicos y abdominal, la posición al dormir...etcétera. Su análisis e interpretación permite clasificar la estructura, calidad y trastorno del sueño en concreto.

En menores, la apnea suele corregirse mediante la amigdaleptomia que consiste en extirpar las amígdalas. Y en adultos, «depende del grado de apnea. Generalmente el tratamiento consiste en terapias de ventilación nocturnas, denominadas CPAP, una máquina  que a  través de una mascarilla nasal transmite una presión continua a la vía aérea superior, impidiendo que esta se colapse», señala Roncero. 

Además, las nuevas tecnologías y los avances en las especialidades sanitarias hacen que las pruebas diagnósticas y el control del tratamiento puede realizarse desde los domicilios del paciente. «A través de unos equipos informáticos, los especialistas recibimos información sobre lo que hace el paciente mientras duerme, qué saturación de oxígeno tiene, si se está colocando el aparato, en qué momento. Es una manera de comprobar si el paciente está bien tratado», recuerda la doctora. La neumóloga hace un llamamiento a la sociedad en el Día Mundial del Sueño. «Que se animan a consultar con su médico si creen que pueden tener problemas de sueño», afirma, «dormir bien es tener salud porque los trastornos del sueño significan una pérdida importante de calidad de vida y tienen consecuencias graves para la salud. Tenemos tratamientos y haya que utilizarlos.Estamos en laUnidad Especializada del Sueño para los pacientes».

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