La vendimia pasa el ecuador con menos kilos y precio más alto

Feli Agustín
-

Bodegas de La Rioja confirman un descenso en la blanca, buen estado general de la viña, particularmente de garnacha, y son optimistas sobre su evolución a vino

Un trabajador vendimia en una finca de San Asensio. - Foto: Ingrid

Con un estado sanitario «extraordinario», avanza de manera fluida la vendimia en la Denominación Rioja que, al haber comenzado con dos semanas de antelación -Viñedos de Aldeanueva, que da el pistoletazo de salida la inició el 6 de agosto-  ha rebasado ya el ecuador. Con la campaña generalizada, a estas alturas de la cosecha, cuando hasta el viernes se habían recogido ya  225 millones de kilos, se pueden extraer tres conclusiones de una temporada que ha venido marcada por las condiciones climáticas de calor y falta de lluvia. Es perceptible el descenso de kilos, al haberse visto los granos mermados por la falta de agua; optimismo sobre la calidad y precios algo más altos que en la pasada campaña. 

Así lo estiman tanto bodegas de Rioja Alta como Oriental, que confirman el descenso en blanca y la magnífica calidad de garnacha. Este es, precisamente, uno de los aspectos que destaca Ernesto Sáenz Yustes, propietario de viñas en Rioja Oriental y una bodega en Tudelilla, que constata que la vendimia está siendo un tanto «anómala», debido a que las altas temperaturas de mayo y la humedad entonces de la tierra precipitaron el crecimiento de la cepa, una circunstancia que, unida a las condiciones de calor y falta de lluvia, han adelantado la recogida. Estas circunstancias propician una cosecha muy selectiva «porque hay parcelas en las que se nota la necesidad de agua», mientras que otras, por diferentes circunstancias -suelo más pedregoso, por ejemplo-, gozan de mejores condiciones de humedad, y están «algo más tardías».

El propietario de la bodega Sáenz Yustes confirma la menor cantidad porque el peso de las bayas de los racimos «es entre un 10 y un 15% y hasta un 20» inferior al del año pasado y es «optimista» en cuanto a la calidad. Con un extenso abanico de variedades, se centran en particular en graciano y garnacha, pero destaca la «muy buena» calidad general de la uva, con un gran estado sanitario y gradación más elevada que en pasadas campañas. 

La misma información transmite  Merche García, responsable de bodegas Montecillo, de Navarrete, que el jueves  había vendimiado gran parte de sus cepas en Rioja Oriental, con «grado bastante  alto»;algo que no sucedía con algunas de las viñedos que les proveen en Rioja Alta, de más edad y menor carga, lo que estaba ralentizando la entrada de uva. «Con las temperaturas de ahora, caluroso durante el día y refrescando por la noche, esperamos que suba el grado», señala la directora técnica de Montecillo, que asegura que la uva en Rioja Oriental ha resultado «muy sana y muy buena», con descubes en graciano y garnacha «maravillosos».

Reconoce no obstante que en zonas bajas «la planta ha sufrido mucho y ha tenido que utilizar recursos, como el ácido málico, para sobrevivir con el calor, de tal manera que la acidez es bastante baja». No obstante, resalta que los ph «están equilibrados», por lo que están «muy contentos»,  a pesar de que, al igual que Sáenz Yustes señala una reducción en el rendimiento del blanco de un «alrededor de un 25 o 30%».

 «Muy buena calidad, pero cantidad, poquita», destaca Merche García, que coincide con su colega de Rioja Oriental en el gran resultado de garnacha.

Montecillo, que controla unas 600 hectáreas para embotellar y vende unas 300.000  cajas anuales de vino criado y de autor, espera comenzar a lo largo de esta semana en la zona de Cuzcurrita y Sajazarra, donde apunta que los muestreos han deparado una sanidad «maravillosa». En conjunto, espera buenos resultados en sanidad, color y aromas, aunque espera la evolución de los taninos «para los vinos de guardar».

Óscar Tobías coincide en que se trata de una vendimia «singular», afectada por diferencias de maduración distintas a otras campañas, con buena sanidad, parámetros «muy buenos de calidad» y variables de cantidad en función de las parcelas;al igual que señala que hay partidas de uva con acidez «un poco baja».

«Estamos contentos por la sanidad y esperamos que se concrete la maduración fenólica, a lo que favorece la bajada de las temperaturas nocturnas», explica el propietario de Bodegas Tobía, de Cuzcurrita, que cuenta con proveedores de unos 15 municipios de Rioja. 

Tobía, que trabaja con todas las variedades- entiende que hay que ser un poco más cuidadoso con el tempranillo, y destaca que las campañas con estas condiciones meteorológicas son «buenas para la garnacha», que en los años con menos calor «se queda con un grado de maduración incompleta». «Un año con otro», suelen elaborar alrededor de 600.000 kilos, que deparan unos 400.000 litros de vino y Tobía menciona también la subida de costes que afrontan las bodegas, como energía eléctrica, gasoil o vidrio «que resulta difícil repercutir».

Los precios. Y respecto a los precios de uva, Sáenz Yustes, que además de elaborar su propio vino, vende uva a otros comercializadores, señala que son ligeramente superiores a otros años, lo que agradece a las bodegas. Apunta que se mueven en una horquilla de 0,70 a 0,80 euros el kilo;mientras que en blanco también ha subido el precio, entre 0,67 y 0,70 euros. Merche García, que destaca que cuentan con viticultores que «tienen contratos de más de 40 años», constata que los precios oscilan entre 0,73-0,80 euros, «un poquito más que el año pasado porque todo ha subido y hay  que ayudar a los agricultores». Óscar Tobía señala que tampoco «se van a aprovechar» de los agricultores, y eleva la media alrededor de 0,85 o 0,90 euros el kilo.