La Unión Deportiva Logroñés aparca la liga y lo hace para centrarse, si puede, en la competición del K. O. El conjunto blanquirrojo, un clásico de la Copa del Rey, afronta este sábado en Navalcarnero (MarianoGonzález, 17 horas) su primer duelo de Copa del Rey y lo hace con la obligación de superar al conjunto madrileño, sexto clasificado del Grupo V de Segunda RFEF.

La visita al norte de Madrid se presenta como el enésimo match ball de la temporada para Albert Aguilà, un técnico sobre el que pende la espada de Damocles desde el inicio de temporada.

El preparador fue ratificado el viernes por Félix Revuelta, un presidente contracultural que casi siempre apuesta por la tranquilidad, una virtud inexistente en el resto de palcos. El mandatario reconoció el viernes que no siempre el problema es del inquilino del banquillo aunque los seguidores tienen más que claro que el de Almacielles es el responsable de todos los males que afligen a la plantilla. El sábado, tras un 0-0 parco de emociones, la afición volvió a cargar contra el entrenador al que le sostiene su fiabilidad lejos de Las Gaunas.

Albert Aguilà ha salvado, uno a otro, todos los duelos en los que su continuidad ha sido puesta en entredicho. Sucedió en el Stadium Gal (0-3), en la primera victoria de la temporada, después de un inicio con más juego que puntos.

La siguiente encrucijada fue en Palma de Mallorca, donde el equipo remontó al Atlético Baleares (1-2), preludio del único triunfo doméstico (0-3 con el Sabadell).

Las derrotas ante Osasuna By Cornellà pusieron de nuevo contra las cuerdas al técnico blanquirrojo que cerró la gira alicantina con 4 puntos de seis posibles (triunfo en Alcoy y empate en San Juan).

Pero la igualada con el Calahorra vuelve a suscitar dudas sobre la interinidad de Albert Aguilà en el banquillo riojano. Su nueva bola de partido llegará el sábado en la Copa. Será en el Mariano González con el Navalcarnero como rival cuando Aguilà afronte su cuarto match ball. El próximo compromiso liguero llegará el sábado 19 en la Nueva Condomina, con el Murcia como rival. 

Misma situación. Si la continuidad de Aguilà está en el aire,el Grupo 2 ya ha despedido a su primer técnico, Diego Martínez (Logroño, 1984) al que a primeras horas de la tarde de ayer se le comunicó su destitución al frente del Numancia. Tras perder 4-1 en Palma de Mallorca, el club castellano ha prescindido de sus servicios.También corre serio peligro Gustavo Siviero (Santafé, 1969), que es muy probable que sea destituido en el Intercity.

El argentino es el entrenador más cuestionado después de que Raül Agné, cruzara su doble Rubicón, llegando a la jornada 10ª sumando el 50% de los puntos en juego (15 de 30). El empate en Lezama empeoró su balance numérico aunque el aragonés volverá a sentarse este sábado en Las Gaunas con motivo del Racing Rioja-Nàstic.

En situación igual de dramática se encontró Jordi Roger, técnico del Atlético Baleares que, en el último mes, ha reconducido su posición (duodécimo clasificado también con 13 puntos, los mismos que Intercity y Numancia).

Si la tranquilidad prima en las directivas del Grupo 2, en el 1 han actuado con más celeridad a la hora de 'cortar' a sus entrenadores.

Ha habido movimientos en siete de los veinte clubes, siendo Rubén Galán, ex delTalavera, el último entrenador en caer. En primero en hacerlo fue Carlos Trujillo, sustituido en el banquillo del Ceuta por José JuanRomán. Le siguió el adiós de Nacho Castro en el San Fernando(reemplazado porSalva Ballesta) y de Isaac Jové en el Badajoz (José María Salmerón, nuevo entrenador). Después cayó Diego Nogalesen el Majadahonda (Alfredo Santaelena), Borja Jiménez en el Dépor (Óscar Cano) y Alberto Monteagudo, en la Balona (Rafa Escobar). Pero el ruido de sables seguirá.