Fuego amigo contra Yolanda Díaz

SPC-Agencias
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Iglesias y Echenique avisan a la ministra que ven difícil que Sumar llegue a cuajar como la gran alternativa de la izquierda sin unas primarias abiertas para que la militancia decida el liderazgo

La política gallega sigue sin resolver muchas incógnitas sobre su opción política a pesar del intenso año electoral. - Foto: EFE

Desde que Pablo Iglesias la designara en 2021 sucesora y candidata del espacio político que representa Unidas Podemos, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no ha parado de deshojar una margarita que da la sensación de ser perenne. Decidió dejar en un segundo plano el liderazgo de los morados para armar Sumar, una plataforma aglutinadora de la izquierda, un proceso de escucha «sin prisa» y «alejado de los tiempos que marcan las urnas», como ella la definió. Pero su apuesta no acaba de cristalizar en algo sólido.

Desde Podemos le meten prisa y le quieren marcar -o al menos influir- en su hoja de su ruta y esa injerencia ya ha causado más de un distanciamiento. El primero fue en diciembre del año pasado, cuando arreciaban las presiones desde el flanco morado instándole a tomar «cuanto antes» una decisión sobre su candidatura a las generales

 Ella, entonces, lanzó un mensaje directo al exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, quien le reclamó «respeto» hacia su partido. «No le debo nada a nadie y tengo agradecimiento para todas las gentes, que me dieron la oportunidad de ser ministra». Acto seguido, subrayó que quería evitar entrar en polémicas para no «distraerse».

 Insistió en que en Sumar «cabe todo el mundo», pero advirtió también que su proyecto «no recibe órdenes desde arriba». Y ya se sabe: A buen entendedor...

Pero el fuego amigo le ha vuelto a tocar ahora de cerca. Pablo Iglesias y Pablo Echenique le lanzaron días atrás una reprimenda al unísono para advertirle que sin unas primarias para que la gente escoja a sus representantes, la unidad entre fuerzas diferentes de izquierda para concurrir a las elecciones, como aspira la vicepresidenta segunda del Gobierno, va a ser difícil.

Un recado que le mandaron los dos cuanto todas las fuerzas pisan el acelerador electoral, con los comicios municipales y autonómicos a menos de cien días, para señalarle que el camino son las primarias.

«Un acuerdo que debe gestarse con primarias vinculantes y abiertas a la ciudadanía para elegir candidatos, no en acuerdos de despachos para luego decir esto es lo que hay», reprochó el antiguo líder de Unidas Podemos, cuya sombra sigue siendo muy alargada.

Curiosamente, a ella fue el dedo de Iglesias, quien la señaló como sucesora sin otro tipo de consulta.

A su juicio, hay riesgos evidentes en los que pueden incurrir los liderazgos, como despegarse de la calle, y por eso, insistió en que en un momento tan importante como este es crucial ir «todos juntos», todos los que están a la izquierda del PSOE, pero «la gente tiene que decidir cómo se va a construir esa unidad y quiénes serán sus representantes».

«A partir de ahí todo el mundo podrá actuar con legitimidad», subrayó poniendo el acento en ese concepto: el de la validación.

Insistiendo en un mensaje que ya ha repetido varias veces, Iglesias puso también el foco en que hay una estrategia de la derecha judicial, política y mediática (también señaló a medios progresistas) «para matar a Podemos», dejando claro que sin su formación no habría una vicepresidenta segunda del espacio alternativo.

Sin prisas

Díaz no tardó en responderle para recordarle que queda tiempo y margen de maniobra. «Creo que en nuestro país no se han convocado todavía elecciones generales», replicó con cierto tono irónico sobre las urgencias puestas encima de la mesa por los dirigentes de Podemos. Con todo, no quiso entrar en discrepancias con Iglesias y Echenique y recordó que ella está «centrada en los problemas de la ciudadanía».

La vicepresidenta segunda volvió a poner en valor el despliegue del proyecto que impulsa para reconfigurar la izquierda alternativa al PSOE. También reiteró, como lleva haciendo desde hace meses, que a corto plazo dará a conocer, por fin, la decisión sobre si será candidata a las próximas elecciones generales. «Cuando digo pronto, es pronto», remarcó. 

La margarita de Díaz sigue teniendo hojas para quitar.