El Logrobasket está oficialmente de vacaciones después de que el pasado fin de semana despidiera su segunda temporada en la LigaEBA, cuarta categoría nacional. Pese a la ambición con la que partía el conjunto riojano, el cuadro de Nacho Arbués se tiene que conformar con una agridulce e insipida sexta posición. Al menos, los riojanos cerraron el curso con victoria, 97-73 ante Los Arcos.

El desempeño de los logroñeses ha sido irregular desde el inicio. Santurtzi se ha coronado como campeón regular con 24 victorias, siete más que los logroñeses que cierran el curso con el cuarto balance anotador (2.382 puntos, para una media de 79,4 por juego) pero con la octava peor defensa de los dieciséis inscritos en el Grupo A-A (2.187 puntos encajados, es decir, 72,9 por jornada).

En su debut en Lobete, los riojanos se han mostrado fuertes en casa, concediendo solo tres derrotas ante  Santurtzi (campeón), Getxo (quinto) y Ardoi (octavo). Lejos de Logroño es donde los de NachoArbués han mostrado su peor perfil, conquistando solo un tercio de sus desplazamientos (cinco victorias y diez derrotas).

La entidad no oculta su descontento con la temporada. El objetivo estaba puesto en pelear por el ascenso y, al final, la sexta plaza, pese a la importancia de los rivales vascos, cántabros, castellanos y navarros, sabe a poco. Sabe a casi nada.

El club asume que la marcha de Martí Duch y Kurt James, más la lesión de Josín y la escasa adaptación de algunas de las incorporaciones lastró al equipo que solo ofreció su mejor rendimiento en el último tramo de competición, cuando la suerte del Logrobasket estaba decidida.

Pese a la decepción, la entidad blanquirroja ya trabaja en el tercer asalto a la LEBPlata.