Sucesiones y patrimomio recaudan 60 millones

Feli Agustín
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La reducción para bases liquidables superiores a 400.000 euros en un caso y la eliminación de la bonificación del 75% en otro duplican en conjunto la recaudación

Consejería de Hacienda del Gobierno de La Rioja. - Foto: Óscar Solorzano

Según el último informe del Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2022, que realiza con carácter anual el Registro de Asesores Fiscales del Consejo General de Economistas (REAF), los impuestos propios de cada comunidad representan alrededor del 1,7%, por lo que tienen escasa relevancia para la financiación para las autonomías. Esta afirmación se ajusta prácticamente a la realidad de La Rioja, que ingresó por impuestos propios, esto es,el canon de saneamiento, eliminación de residuos de los vertederos y por el impacto visual producido por los elementos de suministro de energía eléctrica y elementos fijos de redes de comunicaciones telefónicas o telemáticas 14,7 millones en 2021 de los 779,8 millones a los que se elevó la recaudación total de tributos propios y cedidos en un ejercicio que se caracterizó por  el fuerte incremento de la suma procedente por el  impuesto sobre sucesiones y donaciones y patrimonio, así como la disminución de los ingresos por impuestos especiales.

Según la información facilitada por la Consejería de Hacienda, la suma total es inferior a los 825,3 millones ingresados en 2020 y a los 821,1 de 2019, una caída que obedece al importante descenso de los ingresos por hidrocarburos o alcohol y el tramo autonómico del IRPF, y que no han podido compensar los incrementos de patrimonio y sucesiones.

Así, lo más relevante es el notable descenso de impuestos especiales, que ha pasado de facturar 117,6 millones en 2020 -en 2019 la cifra fue de 152,5- a los 65,8 millones del año pasado debido a una reducción  del consumo de gasóleo A. Para este año, las entregas a cuenta de Ministerio de Hacienda a las comunidades autónomas  incluyen 7.869,65 millones de euros por el impuesto especial sobre los hidrocarburos, de los que La Rioja percibirá 60,82 millones.

A este descenso, se suma también una bajada del tramo autonómico del IRPF, que fue de 334,9 millones frente a los 353,8 de 2020, una minoración que se debió a que, según explican desde el departamento de Hacienda, la recaudación de 2021 corresponde a las medidas vigentes en 2019, año en el que se aplicaron todas las deducciones autonómicas sin límite de rentas.

El otro impuesto que más recaudación supone, el IVA, también experimentó un descenso de algo más de 20 millones el año pasado respecto al anterior, 244,6 millones frente a 264,8 de 2020. 

Los que suben. Estos capítulos han supuesto un considerable desequilibrio en la recaudación, que la subida de sucesiones y donaciones y patrimonio, dos impuestos cuya supresión se debatió hace  unos días sin éxito en el Parlamento regional, no han podido compensar. 

El primer tributo ingresó el año pasado casi 45 millones, algo más del doble de los 24 de 2020 y un ascenso considerable respecto a los 16,6 de 2019 como consecuencia de la reducción para bases liquidables superiores a 400.000 euros, que pasó del 98% al 50% para grados de parentesco I y II, y «un mayor número de lo habitual» de expedientes del grupo III (hermanos, tíos, sobrinos, yernos, nueras y suegros), que no tienen ninguna reducción. Patrimonio, tributo en el que se ha eliminado la bonificación del 75% aplicable por primera vez en el ejercicio 2020, ha recaudado 15 millones, casi el triple que los 4,4 millones de 2020.

El resto de los impuestos, como transmisiones onerosas, 36 millones;actos jurídicos documentados, 9,7 millones frente a 7,9 millones, o juego, 8,1 millones frente a 7,9; muestran una recuperación respecto a las cifras del pandémico 2020.  En cuanto a operaciones societarias, los 250.000 euros de 2021 arrojan una mejoría sobre el ejercicio precedente, pero los ingresos siguen siendo inferiores a 2019, cuando alcanzaron 288.000 euros, que cayeron a 190.000 el año siguiente.

El consejero de Hacienda, Celso González, valora que la recaudación tributaria de La Rioja refleja la progresividad fiscal, lo que garantiza la redistribución de la riqueza con el objetivo prioritario de invertir en gasto social. «Son unos datos que favorecen las medidas para proteger tanto a los sectores más afectados como a los ciudadanos más vulnerables y, de esta manera, mantienen y preservan la cohesión social en un contexto complejo generado por la pandemia», argumenta el responsable de las arcas públicas.