El anuncio efectuado el viernes por el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, de que antes de fin de año licitará el estudio para construir un espacio deportivo con piscina y un centro de mayores en las instalaciones de la actual estación de autobuses confirma un proyecto que, según entiende su promotor, Rubén Antoñanzas, concejal de Deportes, supondrá un importante impulso económico en el centro de la capital. «Va a ser un revulsivo muy importante para la zona y los pisos se van a revalorizar», avanza el edil del Partido Riojano. «La oposición siempre ha intentado ridiculizar al proyecto refiriéndose a 'la piscina de Antoñanzas', cuando se trata de un espacio deportivo vinculado a un centro de mayores», explica el edil que señala que con esta infraestructura se persigue un doble objetivo:dar respuesta al número importante de peticiones para la práctica de actividades en el agua, «muchas de ellas enfocadas a la tercera edad», además de dar un servicio a los más mayores, huérfanos de dotaciones desde que desapareció el centro de Ibercaja.
Antoñanzas recuerda que su proyecto, en el área deportiva, además de piscina, incluye «diferentes salas para múltiples deporte y actividad deportiva», y la sala de musculación para uso de cualquier ciudadano con un carné de Logroño Deporte.
Por lo que se refiere al centro de mayores, responsabilidad de la Consejería de Servicios Sociales, considera que es una necesidad que el Gobierno debe cubrir. «Es una zona que aglutina el mayor número de personas mayores de la ciudad y carece de algún centro al margen del recurso que ofrece la UDP (Asociación de Pensionistas y Jubilados de La Rioja);no tiene sentido que esa población tenga que desplazarse a barrios como Madre de Dios o Lobete», señala Antoñanzas, que piensa que es un proyecto que «interesa» a la Consejería.
Al repecto, espera que contemple todas las dotaciones de un centro de participación activa y prevé un espacio de baile en el vestíbulo de la estación. Su deseo es que ambas instalaciones se construyan simultáneamente y resalta que hay elemento comunes, como desagües, que deben acometerse a la vez. Las expectativas de Antoñanzas apuntan a que en el último cuatrimestre de 2022 pueda licitarse la redacción del proyecto con el horizonte de que «transcurra el menor tiempo posible entre la apertura de la nueva estación y el comienzo de actividad en la antigua».
Cubierta vegetal. A la espera de que el proyecto técnico defina las características de la actuación, la propuesta de la unidad de Arquitectura del Ayuntamiento de Logroño es que la piscina, que se instalará en la dársena, y el área deportiva, de la que parte se ubicará en un edificio nuevo que se construirá en la zona por la que ahora entran los autobuses, se doten de una cubierta vegetal, a la que se podrá acceder desde el centro de mayores y también los vecinos. Será este estudio el que aclare el coste de esta nueva infraestructura pero Antoñanzas calcula que puede oscilar entre los 3 y los 3,5 millones.