Hermoso asume que San Antón no se reformará esta legislatura

El Día
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El alcalde de Logroño asegura que, en todo caso, cuando empiece la reurbanización lo hará porque exista un consenso con vecinos y comerciantes en torno al proyecto

Calle San Antón de Logroño. - Foto: Ingrid

 El alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, ha asumido que las obras de remodelación de la calle San Antón no comenzarán en lo que queda de legislatura y, en todo caso, cuando empiecen lo harán porque exista un consenso con vecinos y comerciantes en torno al proyecto.

Hermoso de Mendoza ha respondido así, a preguntas de los periodistas, después de que el PP de Logroño le haya reclamado este jueves que ese proyecto no se ponga en marcha si no hay consenso y que tampoco lo haga antes de las elecciones de mayo de 2023, informa Efe.

El portavoz del Grupo Municipal Popular, Conrado Escobar, se ha referido esta mañana al proyecto que tiene previsto el Gobierno local para la zona de San Antón, basado, según él, en "mentiras, confusión y decisiones sin diálogo".

Según él, la memoria del proyecto presentada para obtener fondos europeos "y firmada por el alcalde" recoge que las obras comenzarían en enero de 2023 y supondrían "una peatonalización encubierta de la principal arteria comercial de la ciudad".

Escobar ha exigido que las obras no comiencen hasta que el proyecto esté consensuado con vecinos y comerciantes y ha incidido en que "la sostenibilidad de la ciudad pasa también por nuestra economía local y por el comercio" y "hasta ahora las intervenciones que se han hecho en la ciudad dificultan el acceso, la circulación y la posibilidad de aparcar en el centro lo que perjudica directamente al comercio local".

Ha reprochado especialmente que el proyecto supondría eliminar todas las plazas de aparcamiento "no se plantaría ni un árbol, no se soterran contenedores y no se ofrecen soluciones a las zonas de carga y descarga" además de plantear "unas aceras desproporcionadas" de entre 15 y 4 metros "sin una sola referencia a la accesibilidad".

Frente a estos planteamientos, el alcalde ha incidido en que "el proyecto no es un documento cerrado y no va empezar en enero sin antes hablar con los comerciantes y vecinos" aunque ha reconocido que "la iniciativa implica una transformación de la zona" que "no puede quedarse como en los años setenta porque aspiramos a generar una zona comercial mucho más amable".

"Lo primero es ver si obtenemos o no fondos europeos y de los ministerios y si es así hablaremos de un proyecto que ahora no está definido", ha recalcado Hermoso de Mendoza, que ha considerado que "también este proyecto puede ser uno de los que aparezca en el primer semestre del año para que cada grupo político traslade su opinión".

"Ya se ha visto lo que este equipo de Gobierno ha hecho en plena pandemia, que es transformar la ciudad a una más viva, dinámica amable para el peatón, conservando la actividad comercial" y "en el caso de San Antón, una arteria comercial en la que constantemente hay coches en doble fila, creemos que se requiere una mejora y una transformación importante".

Ha afirmado que mantiene "una conversación permanente" con vecinos y comerciantes de la zona "pero luego hay que tomar una decisión" y "durante mucho tiempo en esta ciudad la decisión era no tomar decisiones, no hacer nada y no transformar la ciudad".

"Nosotros no hemos venido a dejar las cosas como están y eso tendrá su reflejo en el proceso electoral del año que viene", ha asumido Hermoso de Mendoza, que ha reprochado que "el PP quería mantener la doble fila en República Argentina, lleva al juzgado los carriles bici y va al Defensor del Pueblo por actuaciones a favor de los peatones" porque "es un partido reactivo a los cambios cuando está en la oposición, aunque cuando gobierna lo deja todo igual".

También ha aludido a la recepción de 20 millones de euros de fondos europeos "para transformar la ciudad, generar riqueza e intentar que Logroño se convierta en una ciudad pujante que atrae turismo e inversión" aunque "hay gente que está a la contra y quiere dejarlo todo igual" y "eso se pondrá encima de la mesa en la cita electoral" donde "se decidirá si la gente quiere una ciudad viva o aletargada".