Demasiada incertidumbre durante demasiado tiempo. Avenida de Burgos, al menos una de parte de ella, vive actualmente a caballo entre la actividad empresarial y el devenir de vecinos ubicados ya en una zona objeto de una profunda transformación urbana que está en marcha. Alguno de estos planes de reforma interior en los que se fracciona la calle ha despejado, o está despejando ya sus dudas desde una perspectiva urbanística pero también empresarial. Sin embargo, hay zonas, fundamentalmente en los planes que afectan a los números pares, que permanecen a la espera de decisiones. 

El sentir generalizado entre las diferentes firmas ubicadas a este lado de la vía se sumerge en la incertidumbre. La primera opción es, de forma unánime, continuar en el mismo emplazamiento. «En avenida de Burgos estamos integrados en la ciudad y no hacemos daño a nadie», señala Álvaro Jadraque, de muebles Rey, al tiempo que recuerda que la mayoría de las compañías de la zona «tenemos un carácter evidentemente comercial» y por tanto «nuestra actividad es compatible» con el casco urbano. 

Al sentimiento de incertidumbre se suma también la preocupación. «Estamos en una situación en la que no podemos acometer inversiones» sin conocer con exactitud qué deparará el futuro, ni cuando. Es el sentir común de Muebles Rey, Autourbión, Meumáticos Sáenz o Riocer, entre otras, a los que desde hace ya mucho tiempo les asaltan informaciones del futuro urbano de esta vía pero que no terminan de concretarse con unos Peris ya caducados.

La FER, en boca de su secretario Miguel Ángel Librada, ha solicitado esta misma semana una reunión al concejal de Desarrollo Urbano Sostenible con el objetivo de abordar, entre otras cuestiones, el futuro de avenida de Burgos.

Desde el Consistorio se invita, «como a toda empresa que nos consulta, a Las Cañas», admite Jaime Caballero si bien, es una opción descartada por las empresas de avenida de Burgos ante el carácter industrial de esta zona empresarial. «Necesitamos -señala Jadraque- un espacio o un polígono comercial, de servicios» y acorde a la actividad que desempeñan. Es decir, mobiliario, decoración, concesionarios de automóviles y repuestos de automoción, entre otras, por lo que Las Cañas, no ofrece la solución deseada, además de precisar de una inversión que «difícilmente recuperariamos». 

No es la primera vez que los empresarios de la zona han mantenido encuentros con Caballero aunque hasta la fecha, todo sigue igual. Planes urbanísticos caducados y que se reactivarán bien a instancias del Ayuntamiento, o bien a través de la iniciativa privada. El cuándo sigue en duda. Lo que sí tiene claro el concejal es que «espero un efecto contagio con los Peris que ya están en marcha».

Junto a toyo ito. Otra de las opciones que las empresas de la zona verían con buenos ojos es su reubicación en el área comercial de Parque Rioja. En este sentido surgen dos opciones. Por un lado, queda una única parcela donde se emplazaba el depósito municipal de vehículos que hoy luce un cartel para la venta de un terreno que descansa en manos de Palacios, antiguo propietario de los embutidos de Albeda. «Es un terreno -señala Jadraque- indicado para grandes cadenas por su elevado coste». La segunda opción apunta hacia los terrenos contiguos a las viviendas de Toyo Ito. Una alternativa donde hace tiempo se planteó un parque tecnológico que quedó en el olvido y cuyo desarrollo sería complicado al ser necesaria una modificación del Plan General Urbano, admite el responsable de Desarrollo Urbano.