Cáncer de mama se diagnostica a mujeres cada vez más jóvenes

Ana Torrecillas
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El año pasado 236 riojanas padecieron cáncer de mama. La investigación y la detección precoz son dos de los aliados de una tasa de supervivencia del 85%

María Jesús Silva y Lorena de Juan, supervivientes del cáncer de mama - Foto: Ingrid

El rosa ya no es solo un color. Es un símbolo de lucha y supervivencia. Es el color de miles de mujeres que, cada años, son diagnosticadas de cáncer de mama. Representa la fuerza de todas ellas y la visibilidad

de una enfermedad que gracias a la investigación y a la detección precoz ha dejado de ser mortal. En 2021, 236 riojanas pasaron por esta enfermedad. En España, fueron 35.000. El avance científico en nuevos tratamientos garantizan la supervivencia de las pacientes a cinco años en un 85%. La ciencia y la información, porque la autoexploración y la autodetección han salvado la vida centenares de mujeres porque la mortalidad ha descendido de manera importante. El perfil de la paciente es el de una mujer de entre 30 y 45 años, aunque cada vez se diagnostican casos en mujeres más jóvenes de 30 e incluso 28 años. Pero esto, lejos de ser una mala noticia, demuestra la sensibilización social de la enfermedad.

«La prevención es el mejor tratamiento contra el cáncer de mama», asegura la presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer, Elena Eguizábal. Estos días, Elena tiene una agenda repleta de reuniones para organizar los actos y actividades que tendrán lugar a lo largo del día de hoy, Día Mundial del Cáncer de Mama. «Este año queremos hacer hincapié en el cáncer de mama metastásico. E insistir en la inversión en investigación y en cribados para detectar este tipo de tumores más peligrosos».

En la asociación que tiene su sede en la calle Lardero de Logroño, llevan años organizando talleres y programas para los enfermos y enfermas de cáncer, «no solo el de mama sino otro tipo». Desde programas de relajación y a tratamientos de fisioterapia, pasando por cursos de ganchillo y de punto a charlas sobre sexualidad, estética y cáncer. Todo ello para que las pacientes sientan que no están solas, que están acompañadas en el camino hacia la sanación. El apoyo psicológico es fundamental. Belinda Sanpedro, psicóloga de AECC, recuerda que «hablar, sentirse escuchadas, conocer el testimonio de muchas mujeres que han superado la enfermedad es clave para las pacientes». Es lo que más demandan aquella que son diagnosticadas de cáncer de mama: conocer la historia de supervivencia y de fuerza. Por eso la ayuda psicológica que proporciona la asociación es tan importante. «Tenemos un convenio con el SERIS y, en la mayoría de casos, los profesiones del CIBIR nos derivan a las pacientes que han sido diagnosticadas», apunta Eguizábal, «y es completamente gratuito para todo aquel que lo necesite. A través del teléfono 900 100 036, puede contactar con un profesional que le va a atender a cualquier hora del día y de la noche».

De hecho, uno de los programas de más éxitos que lleva adelante la asociación es de los testimonios de voluntarios y voluntarias que han superado el cáncer de mama. Además de visitas a las pacientes, tejen un cojín en forma de corazón para que éstas puedan llevárselo al hospital. El objetivo es que ninguna paciente de cáncer de mama se sienta sola en el proceso, que sepa que detrás de ella, además del apoyo familiar, hay una red social de profesionales y voluntarios que pertenecen a la AECC para atenderles, ayudarles y acompañarles.

Elena y Belinda lanzan, en representación de la asociación también lanzan su particular mensaje a todas las personas que están atravesando la enfermedad y para aquellas que serán diagnosticadas en el futuro:  «mucha positividad y optimismo. Que pidan ayuda y tengan esperanza». 

En las mejores manos. De esperanza y de ayuda, sabe bastante la doctora Mercedes Sainz, facultativa de la Unidad de Mama del Servicio Riojano de Salud. El Programa de detección de cáncer de mama empezó a funcionar en 1983, siendo uno de los pioneros del estado español. Cada día revisan a más de 100 mujeres en la unidad móvil que circula por todo el territorio riojano. Se trata de mujeres de más de 45 años a las que se les practica una mamografía. Al 7% de ellas se les vuelve a citar para una nueva mamografía u otra prueba adicional.

«Cuando observamos una irregularidad en la mamografía o bien, no se aprecia la totalidad de la mama, debemos repetirla», apunta la doctora Sainz, «muchas mujeres vienen muy angustiadas a la segunda cita, pero deben saber que solo 3 de cada 1.000 pruebas dan un diagnóstico positivo».  En 2021, el 93% de las mujeres citadas acudieron al programa de la Unidad de Cáncer de Mama: «la respuesta siempre ha sido muy buena". La doctora insiste en que cada vez hay mayor supervivencia en este tipo de cáncer y lanza un mensaje de tranquilidad. «La autoexploración está bien, pero no deben obsesionarse con ello. Muchas mujeres acuden con miedo, temerosas por un dolor y una molestia», apunta la doctora Sainz, «y es normal sentir molestias en las mamas. La luz de alarma nos la debe dar una irregularidad en el pezón, como que se hunda, o un sangrado por el mismo. O bien, que la exploración se note un bulto definido». Y termina asegurando  que «el SERIS cuenta con un gran equipo multidisciplinar. Están en las mejores manos».