San Bernabé se reduce a los actos del Voto

Feli Agustín
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Los primeros banderazos de Hermoso de Mendoza serán en al ayuntamiento, con el reconocimiento a quienes están en primera línea

Todas las actividades son gratuitas y es necesario realizar reserva previa - Foto: Ingrid

A las puertas de la conmemoración del aniversario de uno de los acontecimientos más importantes en la historia de la ciudad, el quinto centenario del sitio, que se celebrará en 2021, y cuya fecha central coincide con el día de San Bernabé, Logroño no podrá rendir a su patrón los honores que merece. A poco más de 365 días de que Logroño recuerde que resistió desde el de 21 de mayo de 1521 el asedio de los 20.000 hombres del ejército francés al mando del general Asparrot, que se batió en retirada el 11 de junio, la ciudad no podrá utilizar campos de pruebas para ensayar los actos del gran acontecimiento.

Este año, tropas galas y logroñesas no recrearán las batallas que seguramente nunca se produjeron, ni los mercados renacentistas venderán productos inexistentes hace cinco siglos,  ni en el lugar donde una vez se levantó una de las puertas de la ciudad se colocará un arco de boj, cuyas hojas es necesario proteger de la voracidad de los amantes de recuerdos.

La pandemia del coronavirus impedirá que los logroñeses, como millones de ciudadanos de todo el mundo, celebren acontecimientos multitudinarios, y el alcalde de la capital, Pablo Hermoso de Mendoza, suspendió, con el respaldo del conjunto de la Corporación, las fiestas del patrón de este año para preparar «con toda la ilusión del mundo» la celebración del V centenario.

«Hemos suspendido los actos o eventos en los que se iban a producir aglomeraciones e intentaremos respetar los elementos centrales del Voto de San Bernabé, siempre y cuando se pueda», avanzó hace 10 días el alcalde al frente de un equipo de Gobierno que ha mantenido reuniones con los grupos de la oposición, PP y Ciudadanos, para tratar de consensuar la celebración de una serie de eventos que guarden la esencia del significado real de San Bernabé.

Así pues, «la muy sentida y muy dolorosa» decisión de suspender la fiesta sí contempla la celebración de algunos actos de manera simbólica, del 9 al 11 de junio, y, a falta de eventos multitudinarios,  las Insignias que el año pasado recibieron el periodista Fernando Lázaro; la fundadora de Aspace Rioja, Manoli Muro; el doctor Joaquín Yangüela, que ha colaborado con Cáritas o Apir; y María Jesús Romero, primera trabajadora social en el mundo rural en La Rioja, tampoco este año se concederán.

Pero el Ayuntamiento no olvidará los merecidos homenajes «a los que han estado en primera línea, a los servicios públicos y a la ciudadanía en general», adelantó el alcalde, que dará sus primeros banderazos, que tradicionalmente se reservan a estos menesteres, en el ayuntamiento. Pablo Hermoso de Mendoza dará así cumplimiento a una de las acciones del Voto, que incluye, según anotó Francisco Ortiz de Zárate, escribano de sus Majestades  en 1538, conforme se encuentra registrado en los libros y archivos, acudir a Vísperas, la Procesión y los Banderazos de la máxima autoridad local, comer toro guisado ,  alumbrar la ciudad con Iluminarías en calles, ventanas y balcones mientras repican todas las campanas y comer ternera y cordero.   

Hay, además, una tradición, la más popular, la que mayor auge ha experimentado en la última década, ajena al Voto, pero que, tal, vez, es una de las más enraizadas en el espíritu de los logroñeses, el reparto del pan, el pez y el vino que, según la historia o la leyenda, fueron las viandas con las que se alimentaron los héroes de 1521 para resistir el asedio del aguerrido ejército galo.

Pues bien, varias de estas tradiciones se revivirán este año aciago, y el reparto del toro guisado, que correrá a cargo de las peñas, y el del pez, el pan y el vino, del que se encargará, como siempre, la Cofradía del Pez, se desarrollará en Cocina Económica. La misa en sufragio por los héroes de la defensa de la ciudad en 1521 también se celebrará , aunque para evitar la concentración de fieles, se retransmitirá  por televisión.

Estos son algunos de los discretos actos previstos, y que se han abordado en distintas reuniones entre los grupos políticos.

De hecho, el Partido Popular coincide en la celebración de los actos del Voto, en colaboración con la Asociación de las Peñas y la Cofradía del Pez, y el encendido de las Luminarias, que servirían para homenajear a todos los fallecidos, hasta ayer 360 en La Rioja, por el COVID-19.

Ciudadanos, por su parte, proponía que el 11 de junio, los logroñeses engalanen sus balcones con la bandera de la ciudad o con motivos relacionados con la festividad. Y que ese día se pueda celebrar en casa un brindis riojano, un vermú entre los miembros de la familia que residen en la vivienda; con la colaboración de los hosteleros de la ciudad. El equipo de Gobierno ya anunció que parte del presupuesto se destinará a paliar las consecuencias de la pandemia.

Estas fiestas solo se han suspendido en dos ocasiones a lo largo de la historia: una de ellas en 1599, por la gran peste que asoló el territorio, y la segunda en 1701, «donde fue trasladada a fin de año por olvido de las autoridades de entonces».

¿Y San Mateo?  Con la incertidumbre sobre la futura evolución de la pandemia, es todavía una incógnita si será posible la celebración de las fiestas mateas que, en principio, se han previsto, no sin polémica del 19 al 23 de septiembre. Aunque el Ayuntamiento de Logroño sigue adelante con su organización -ya ha publicado el pliego para contratar los fuegos artificiales para cuatro noches-, el presidente de la Federación de Peñas, Diego Vicente, no lo tiene tan claro.

 «Estamos a la espera de la nueva normalidad para analizar qué y qué no se puede hacer», avanza el peñista que, no obstante, y de continuar las medidas de distanciamiento social, no las ve viables. Las peñas, las grandes triunfadoras de las últimas ediciones mateas con el Espacio Peñas 2.0, destinarán parte del presupuesto a los sectores más afectados por la pandemia.

Bastante más optimista se muestra Juan Díaz Quintero, Maese Villarejo, que confía en que Gorgorito y la bruja Ciriaca vuelvan a Logroño, como todos los años, el próximo septiembre.

«San Mateo todavía queda lejos», constata Díaz Quintero, quien, parado desde marzo, aguarda a confirmar la celebración de las fiestas en agosto. «Tengo  que estar en Lardero a finales de  julio, me llamó el concejal y y le dije yo estoy tranquilamente en mi casa,  que se puede, pues yo me planto en dos días», relata Maese Villarejo, que lamenta que no han recibido ayudas de ningún tipo, como todos los profesionales que desarrollan actividades relacionadas con las fiestas. «Se acabaron la fiestas y se acabó todo», lamenta Gorgorito, quien estaba en Calahorra cinco días antes de la declaración del estado de alarma.