Los males de la UDL siguen sin remedio

El Día
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Clau Mendes, con un gran latigazo, salva el debut de Natxo González con un magro empate ante un combativo Amorebieta (1-1)

La UDL empató con el Amorebieta en un mal partido de los riojanos. - Foto: Óscar Solorzano

Ficha técnica:

UDL: Gonzalo Crettaz; Campins (Sergi López, 73, Arregi, Cristian Fernández, Kortazar; Markel Lozano (Boniquet, 57), Jaime Sierra, Keita (Zourdine, 82); Doncel, Vinícius Tanque (Claus Mendes, 57) y Menudo (Pichín, 73).

Amorebieta: Magunagoitia; Jorge Mier, Etxeita, Murua, Buján (Víctor López, 74); Izeta (Cantón, 64), Seguín, Yriarte (Albisua, 74), Sibo; Rayco (Dorrio, 86) y Jauregi (Pradera, 46).

Árbitro: Pardeiro Puente (cántabro). Amonestó a los locales Jaime Sierra y Keita así como a Yriarte, Sibo y Víctor López.

Goles: 0-1, M. 28: Buján; 1-1, M. 87: Clau Mendes.

Incidencias: unos 3.000 espectadores en Las Gaunas.

 

Ni con Albert Aguilà ni con Natxo González tienen los males de la Unión Deportiva Logroñés remedio. Los blanquirrojos firmaron uno de sus peores encuentros domésticos para firmar un insulso empate a uno y alimentar la sensación de desagravio que acompaña a los seguidores logroñeses.

Clau Mendes, con un zurriagazo inesperado, rescató un punto y salvó el estreno de Natxo González. Los blanquirrojos no estuvieron a la altura de lo que el Amorebieta, un rival incómodo, rocoso y no exento de calidad, demandaba aunque lo cierto es que el debut del técnico vitoriano pudo cambiar si Menudo, de penalti, hubiese adelantado a los logroñeses. Entre este tempranero fallo y el empate del ariete canario solo hubo un equipo aunque los riojanos tuvieron los arrestos suficientes para evitar un descalabro que hubiese encendido todas las alarmas en el seno de la entidad.  

El encuentro arrancó con ritmo hasta el punto que en el minuto 5, una entrada a trompicones en el área de Keita provocó el contacto de Yriarte. El colegiado cántabro no dudó y señaló el castigo. Menudo reclamó el protagonismo, engañó al meta y solo el larguero impidió que los blanquirrojos se adelantaran. Fue el principio del fin.

El fallo no impidió que los de Natxo González siguieran mandando en el juego aunque sin atisbar a Magunagoitia. El Amore se conformaba con un rol secundario, a la expectativa, por mucho que Jauregi, en área contraria, exigiera un tibio penalti. Poco después lo demandó Izeta aunque las llegadas más insidiosas seguían siendo riojanas. Tanque, por poco, no pudo conectar un centro cargado de cicuta de Doncel.

Fue la despedida ofensiva del equipo logroñés porque rozando la media hora, en la llegada más meridiana de los azules, el Amore se cobró la franquía. Seguín cabalgó en banda izquierda sin presión alguna, levantó la cabeza y puso el balón en el punto de penalti. La zaga no acertó a repeler y el cuero llegó a placer a Buján que, con tiempo, lo domesticó y ajustició a Gonzalo, que no pudo hacer nada para evitar el primero de los azules. 

El zarpazo desestabilizó a los de Natxo González, incapaces de superar, en todo el primer acto, la telaraña bien tejida por el equipo de Mujika. Los vizcaínos eran ahora los dueños si no del balón, sí de la intención del juego. De hecho, Jorge Mier firmó la última aproximación de los vascos antes de que Las Gaunas despidiera a los suyos con estentóreos silbidos.

La música de viento arreció en el segundo acto ante la imposibilidad de los blanquirrojos de superar el entramado de un Amorebieta que mostró más voracidad. Izeta y Seguín se plantaron en un par de ocasiones en el área de Gonzalo Crettaz que, por fortuna, no tuvo que intervenir. Tampoco lo hizo Magunagoitia toda  vez que los riojanos llevaban mucho tiempo sin otear sus dominios.

Aunque Natxo González oxigenó su ataque con Clau Mendes por un desaparecido Tanque, quien más cerca estuvo del segundo fue Izeta que, a la hora de juego, buscó la escuadra izquierda de Crettaz. Por cuestión de centímetros, la pelota se fue fuera. Los blanquirrojos seguían noqueados y solo tenían media hora para sacudirse el aturdimiento.

Un disparo de Keita ligeramente desviado tras un córner botado con saña por Menudo fue la primera llegada, clara, del equipo riojano. Era el minuto 70 y los de Natxo González continuaban a merced de un Amorebieta mejor posicionado. Los azules, no obstante, optaron por protegerse con la entrada de Haritz Albisua, ex de la SDL, y Víctor López, que volvía a la que fue su casa. En una mala salida del siempre certero Gonzalo, el Amore tuvo la sentencia. Pradera, de cabeza, superó a todos mas no a Arregi, presto para despejar a saque de esquina y evitar la zozobra, casi segura, de los suyos. Al minuto, se repitió la jugada aunque, en esta ocasión, Gonzalo atajó firme el testatazo mórbido del '9' azul.

La UDL, a la desesperada, tuvo el empate y, por la plasticidad del remate, lo mereció. En un balón combadito desde la derecha, Clau Mendes cabeceó con determinación. Magunagoitia, con muchos apuros, aplazó la igualada que acabó llegando en el 87 después de que el de Lanzarote, con una ejecución muy similar al de Copa, firmara el 1-1 con un latigazo desde la frontal que el meta no pudo detectar. El internacional de Guinea Bissau tuvo, incluso, el 2-1 en el 94 aunque su cabezazo sí fue atajado por el meta vasco.

Fue el colofón de un mal partido de los riojanos que siguen anclados en la zona baja de la tabla aunque, al menos, arañaron un empate y, lo que quizás sea más importante a medio plaza, impidieron que el Amore se disparase en la tabla y prolongase su gran momento de forma.