La Rioja ultima un plan de ahorro energético

Feli Agustín
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Contemplará actuaciones en el propio Ejecutivo, como la introducción de cláusulas de eficiencia energética en las contrataciones públicas, y otras de carácter general, como limitar la iluminación nocturna

Instituto D’Elhuyar, donde está a punto de finalizar la instalación de la envolvente energética. - Foto: Ingrid

La ligera bajada del precio de la electricidad y el gas el pasado septiembre ha dado un respiro a la inflación, que sigue, no obstante, desbocada debido, precisamente, al incremento del precio de la energía desde hace varios meses. Para intentar paliar las consecuencias de esta subida, el Gobierno de España ya aprobó el 1 de agosto un plan de ahorro y gestión energética para reducir el consumo en edificios administrativos, recintos públicos y comercios, una hoja de ruta que se vio complementado con otro plan de mayor espectro al que el Consejo de Ministros dio el visto bueno el pasado día 11.

Además de aplicar las medidas de obligado cumplimiento que marca el Estado -fijar los umbrales térmicos de 27ºC y 19ºC o establecer  en las 10 de la noche el apagado de la luz en los edificios públicos-, el Ejecutivo riojano ultima un plan que presentará antes del 1 de diciembre, que incluirá medidas tanto específicas para sus dependencias como de carácter general que, en la línea trazada por el Gobierno de España, aspiran a lograr un ahorro de entre el 5 y el 13%.

Iván Moya, director General de Transición Energética y Cambio Climático, explica que como primer paso para confeccionar esta estrategia se han mantenido reuniones con los distintos departamentos del Gobierno riojano para invitarles a  que «reflexionen» sobre las medidas que pueden implementar-

«El plan contemplará actuaciones en las consejerías, pero también la inclusión del parámetro de eficiencia energética en las contrataciones públicas», explica Moya, responsable de un departamento que logró sacar adelante el pasado jueves en el Parlamento regional la Ley de Creación de la Agencia de Transición Energética y Cambio Climático.

Además, se establecerán otras recomendaciones  que ya remitieron al Ministerio para la Transición Ecológica, como la creación de un fondo de eficiencia energética para vivienda, «en forma de préstamos sin intereses para particulares», limitaciones de uso de iluminación nocturna urbana o  de los calentadores en terrazas.

Educación y Salud. Dos son las consejerías que aglutinan el mayor gasto del Gobierno riojano, Salud y Educación, que ya han adoptado medidas de ahorro.

Así, desde el departamento que dirige Pedro Uruñuela explican que  existe una «preocupación» al respecto y resaltan el «potente» proyecto en el instituto D'Elhuyar, cuya segunda fase de la envolvente energética salió a licitación en 2021, un proyecto que conlleva una inversión de 892.000 y está a punto de concluir. Este departamento será uno de los principales beneficiado de los más de 12 millones de euros que La Rioja recibirá de los fondos de recuperación para autoconsumo. En concreto, será el destinatario del 90% de la cuantía que le corresponde al Gobierno para adecuar sus instalaciones, que se invertirán en la colocación de placas solares en una docena de colegios e institutos de la comunidad. «Estamos estudiando cuáles son las necesidades y qué cubiertas pueden soportar estas instalaciones», explica el director de Transición Energética, que resalta las bondades de una medida que puede bajar el consumo hasta el 30%. «Además, el instituto estará vació en fines de semana y vacaciones, lo que permitirá vender la electricidad sobrante, cuyos ingresos se pueden dedicar a diversas actuaciones», reflexiona Moya, que informa de que alguna comunidad ha utilizado este ingreso para aliviar la factura de consumidores vulnerables en el entorno del centro escolar.

Salud es otro de los grandes  consumidores, en el que destaca el hospital San Pedro, el edificio público de La Rioja que más energía necesita,  «multiplicando entre cinco y diez veces al siguiente», y ya cuenta con su propia estructura de energías renovables, con sensores que detectan la apertura de una ventana, por lo que se procede al apagado de la calefacción. 

El San Pedro, que consume 21,2 millones de kilowatios/hora al año, igual que toda la ciudad de Calahorra,  se quiere convertir en un hospital energéticamente eficiente, lo que incluye la adopción de medidas encaminadas a reducir la huella de CO2 y la implementación de soluciones que mejoren la eficiencia energética. Así, en los próximos meses se pondrá en marcha un proyecto que posibilitará el suministro a través de la producción solar con una instalación en los aparcamientos, que producirá energía de manera autosuficiente e independiente de la red de distribución.

Salud prevé que esta instalación generará un 13,2 % de la energía total consumida en un año.