El Ministerio de Sanidad pidió a La Rioja que estuviera especialmente atenta a dos posibles riesgos comunitarios como son la situación de los trabajadores temporeros y por otro lado por la apertura de bares a Logroño, al contar con zona de alta concentración de locales. Y en eso trabaja la Consejería de Salud del Gobierno de La Rioja, según explica el director general de Salud Pública, Enrique Ramalle, quien destaca que siguen en alerta por los posibles casos de contagios entre temporeros. De hecho, aunque esta recomendación llegó del Ministerio en el último informe sobre el paso a la fase 1, aun ahora estando en la fase 2, La Rioja ha prolongado esta alerta ante posibles brotes.
Ramalle indica que esta situación de recomendación sobre temporeros no es exclusiva para La Rioja, sino también para zonas como Murcia o la Comunidad Valenciana donde ahora requieren de esta mano de obra. «Y el colectivo de las personas que componen estos grupos a veces no tienen los médicos de la zona donde van, ni los conocen, no son gente de aquí, o ellos tampoco conocen bien cuáles son los mecanismos para ir al médico.» Por eso están especialmente atentos con este colectivo. De hecho, desde la Dirección general de Salud, mantienen reuniones periódicas con la Dirección general de Diálogo Social y la Delegación del Gobierno en La Rioja para establecer mecanismos, informar a los municipios donde están alojados para que estén atentos y también a los centros de salud de estas localidades, o a los agricultores que los contratan.
De hecho surgió un brote de temporeros en Huércanos con tres positivos en principio. Y unos 30 trabajadores ingresaron en el Centro de Recuperación de Personas con Discapacidad Física (CRMF). Este centro se desplegó como dispositivo que garantiza este tipo de casos en los que no pueden aislarse en otro lugar. Y la disposición de un centro así era otro de los requisitos que el Ministerio de Salud solicitó para pasar a la fase 1.
Hoy, la Consejería de Salud está estudiando el brote de estos temporeros. «Yhay que esperar el seguimiento», explica Ramalle. En cualquier caso, según asevera, después de este brote no ha habido ninguno más en temporeros en la región. Pero siguen atentos.
En el caso de los bares «la recomendación se debe a que en La Rioja está el modelo calle Laurel, San Agustín, San Juan, donde los bares no se pueden adaptar a la fase uno ni dos porque no pueden tener servicios en barra solo en el interior de mesas y la mayoría ni tienen. Si bien, en cualquier caso, «desde la hostelería son conscientes e irán abriendo poco a poco y cuando puedan».