Hace poco más de un año el Parlamento de La Rioja aprobaba la Ley 1/2022 de 23 de febrero, una norma que fue determinante para la Fundación Hospital de Calahorra, puesto que supuso la transformación de esta organización sanitaria en Fundación Pública Sanitaria, la regulación de su régimen jurídico y la integración en el Servicio Riojano de Salud (Seris), un hito que iba a marcar un antes y un después en esta entidad y que sería el primer paso para alcanzar la plena integración en el Seris, tanto del centro hospitalario como de su personal.
Era en julio cuando el Gobierno de La Rioja daba un nuevo paso para avanzar hacia la plena integración del Hospital de Calahorra con la aprobación de los nuevos estatutos de la entidad para regular su funcionamiento como Fundación Pública Sanitaria. Entre las principales novedades figuraban la sustitución del patronato por el consejo de gobierno del Hospital de Calahorra o un reglamento de régimen interno, entre otras. La inclusión del personal del Hospital de Calahorra al Seris fue el siguiente hito que se produjo en el avance hacia la plena integración de esta entidad.
Fue en diciembre cuando el Servicio Riojano de Salud aprobó el decreto de estatutarización, iniciando así el proceso para convertir en estatutario al personal fijo del centro calagurritano, un trámite que, en todo caso, era voluntario y cuya convocatoria salió el pasado mes de febrero. «Un año parece mucho tiempo pero en realidad no es nada», defiende la gerente del Hospital de Calahorra, Isabel Muñoz. «Es un proceso lento y complejo, en el que estamos trabajando con normalidad », subraya, al tiempo que puntualiza que «va a requerir años» porque hay que adaptar todo el sistema y modelo de trabajo. Este año, el centro hospitalario de la localidad calagurritana cuenta con un presupuesto de 46,85 millones de euros, una cifra insólita por ser la más alta de su historia y por suponer un incremento que está siete puntos por encima de las cuentas que gestionó en 2022, primer ejercicio en el que «se puso fin a años de infradotación presupuestaria en el hospital», según confirma Muñoz.
Precisamente este incremento presupuestario vino marcado con la recuperación de la normalidad tras superar lo peor de la pandemia. Fue, en palabras de Muñoz, un periodo lleno de dificultades que puso contra las cuerdas al sistema sanitario y a sus profesionales, «los cuales, no obstante, nos dieron a todos un ejemplo de su vocación de servicio público, adaptándose de forma ejemplar a las excepcionales circunstancias».
El Hospital de Calahorra cuenta con más de 550 profesionales del ámbito sanitario y administrativo. «Somos una fuente de empleo y riqueza muy importante», remarca Muñoz, mientras recuerda que este centro sanitario nació como un pequeño hospital comarcal que, con el paso de los años, ha ido creciendo hasta convertirse en lo que es hoy, una entidad inmersa en pleno proceso de integración al Seris. «Es pequeño en tamaño pero muy potente en cuanto a servicios que presta a los riojanos», afirma.
Este hospital da cobertura a más de 75.000 los riojanos de una treintena de municipios de cuatro cabeceras de comarca de Rioja Baja (Arnedo, Calahorra, Cervera de Río Alhama y Alfaro), así como otros 15.000 ciudadanos de las localidades navarras de Andosilla, Carcar, San Adrián y Azagra. Otro de los aspectos que destaca es la capacidad que ha tenido este centro hospitalario para adaptarse a las necesidades que demanda la población de referencia, a la que se garantiza el acceso a una cartera de servicios que incluye hasta 25 especialidades médicas, como alergología, aparato digestivo, cardiología, diálisis, endocrinología, hematología, medicina interna, medicina preventiva, nefrología, neumología, neurología, oncología, pediatría, reumatología, tratamiento del dolor, cirugía, anestesia, dermatología, ginecología, obstetricia, oftalmología, otorrinolaringología, traumatología y urología.
Tres millones en dos años para mejorar equipamiento. En 2022 se invirtieron cerca de dos millones de euros para diversas mejoras. Entre ellas destacan el sistema de producción de frío (485.652 euros); la renovación del equipamiento para procesos oftalmológicos (448.407); la modernización de 20 habitaciones(366.251); dos salas de radiología convencional digital (216.250); y la adquisición de 31 sillones para pacientes (122.000) y otros 80 para las habitaciones (87.120), de una torre de cirugía laparoscópica 4K (85.903), de dos lavadoras para instrumental quirúrgico (70.651) y de un ecógrafo para ginecología (66.55). Para este 2023 hay que sumar 726.907 euros para renovar los equipos de endoscopias y otros 150.000 para el sistema de rehabilitación cardiaca. Además hay previstos 2 millones más en 5 años para el servicio de hemodiálisis.