Una nueva fase potencia el yacimiento del Monte Cantabria

El Día
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La segunda parte de la rehabilitación arqueológica, que comenzó el día 3, contempla la excavación, consolidación y divulgación de este espacio, cuyos trabajos finalizarán en octubre y cuentan con un presupuesto de 191.713 euros

Trabajos arqueológicos en el Monte Cantabria. - Foto: Ayuntamiento de Logroño

Las claves de la segunda fase de rehabilitación del yacimiento arqueológico del Monte Cantabria de Logroño son la excavación, consolidación y divulgación de este espacio, cuyos trabajos finalizarán el próximo octubre y cuentan con un presupuesto de 191.713 euros.

Los concejales de Patrimonio, Adrián Calonge; y Deportes, Rubén Antoñanzas, han visitado este martes las obras de la segunda fase del proyecto de consolidación y rehabilitación arqueológica en el recinto amurallado de Monte Cantabria, que se centran en la zona oeste del yacimiento, informa Efe. 

Esta segunda fase del proyecto, que se puso en marcha el pasado día 3, se suma a la realizada en el área norte del yacimiento, conocida como primera fase, que ha dado luz a diferentes vestigios históricos desde la época prerromana.

Este espacio de la zona oeste del yacimiento ha sido objeto de excavaciones arqueológicas a lo largo del siglo XX, cuyos resultados han quedado a la intemperie, en muchas ocasiones, dejando a la vista tres lienzos de muralla, dos cubos o torres, y ocho habitaciones.

"Con esta nueva intervención queremos mejorar las condiciones de conservación de este recinto, permitir la correcta interpretación de los restos existentes y facilitar la divulgación de los valores culturales que contiene el yacimiento", ha afirmado Calonge.

Ha explicado que "el proyecto para la segunda fase también comprende la realización de determinadas obras que impidan la utilización inadecuada del yacimiento arqueológico".

Antoñanzas ha indicado que "se reforzarán los cierres de las vías de acceso al recinto para impedir el paso de vehículos rodados, y se colocarán barreras para redirigir el tráfico por un recorrido que no dañe este espacio, declarado como Bien de Interés Cultural en 2012".

Tras los trabajos previos de limpieza y desbroce del entorno, se realiza un estudio arqueológico para determinar el proceso constructivo de los paramentos del conjunto: revisión de la producción científica anterior, características de cada lienzo de la muralla, su trazado histórico y las modificaciones realizadas, etcétera.

El proyecto continuará la consolidación de las fábricas de piedra que conforman la muralla y de los muros de las estructuras excavadas; los diferentes drenajes que afectan a la conservación de todos los elementos del conjunto; y la recreación de los niveles de pavimento medieval de las habituaciones del recinto y de los espacios de la zona intramuros.

En el interior del recinto amurallado la actuación se centrará en los espacios ya excavados, y los restos arqueológicos, los silos y las pavimentaciones se protegerán con una manta geotextil de alta densidad.

Además, con el objetivo de crear un filtro que proteja los elementos arqueológicos y que facilite un drenaje natural de aguas limpias, se instalará un fieltro antirraíces para impedir la germinación de semillas de floración natural.

Respecto a los lienzos y a los cubos de la muralla, se efectuará una limpieza general y un desbroce completo utilizando técnicas de topografía especializada; a continuación, se proseguirá reconstruyendo los lienzos desmoronados partiendo del material original.

Antoñanzas ha apuntado que, "con todo documentado, se efectuará la restauración de los paramentos de piedra, cada uno conforme a sus características constructivas originales".