A las órdenes de Logroño

Bruno Calleja Escalona
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El Ayuntamiento y su plaza se asientan sobre el antiguo cuartel Alfonso XII. Su fin llegó con el traslado del regimiento Bailén a Cartagena

Un grupo de militares posa frente al extinto cuartel, en una estampa de principios del siglo XX. - Foto: Colección de Taquio Uzqueda

El Ayuntamiento de Logroño asienta sus cimientos sobre el antiguo cuartel de caballería, una de las construcciones más importantes del Logroño de finales del XIX, siglo marcado por guerras y desamortizaciones eclesiásticas. En Logroño, estas desamortizaciones acabaron con la mayoría de congregaciones religiosas, cuyos edificios se reconvirtieron en cuarteles.

Sin embargo, a finales de siglo, la ciudad necesitaba unas instalaciones castrenses más adecuadas. Algunos edificios, como cuenta Federico Soldevilla, fueron pasto de las llamas. Es el caso del convento de San Francisco, que se incendió en 1869, cuando alojaba el cuartel de caballería.

El Ayuntamiento quería una guarnición militar permanente, con el argumento de que Logroño era «una ciudad agrícola y necesita vender sus productos» y para generar empleo. Además, existía miedo a una cuarta guerra carlista, lo que llevó en 1876 a encargar a Francisco Luis y Tomás el diseño de un cuartel en el entorno de la plaza de toros de la Victoria, donde solo había huertas, pues la ciudad empezó a crecer por ese lado con el plano de alineaciones de Maximiano Hijón de 1869.

Ayuntamiento de Logroño, en una imagen de archivo.Ayuntamiento de Logroño, en una imagen de archivo. - Foto: IngridCon retraso por un cambio presupuestario, se entregó en 1879, aunque no se ocupó hasta 1881. Fue concebido como cuartel de caballería y recibió el nombre de Alfonso XII. Posteriormente, se instalará en el recinto el 13º Regimiento Ligero de Artillería, que permaneció en Logroño hasta la Guerra Civil. Tras la contienda y ya con el número 24 se trasladó Pamplona y el edificio lo ocupó el regimiento de infantería Bailén, que se trasladó desde el cuartel General Urrutia, donde se instaló el regimiento de Artillería. Fue el último habitante del edificio castrense.

El proyecto definía un edificio cuadrangular, con un gran patio interior para actos relevantes y un monumento a los caídos. La entrada se situaba en la actual avenida de la Paz, antigua General Espartero y General Franco. En la puerta había dos garitas con forma de torre para el control de acceso al complejo militar.

En 1965, el regimiento de infantería Bailén se trasladó a Cartagena, por lo que el Ejército vendió el cuartel a la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja. El día 8 de junio de 1980 se inauguró el nuevo Ayuntamiento de Logroño, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo sobre el antiguo cuartel.