El Gobierno de La Rioja aprobó el miércoles el uso obligatorio de la aplicación COVID QR por parte de cualquier establecimiento o servicio abierto al público en la región, que deberá utilizarla y ponerla a disposición de sus cliente o usuarios. La consejera de Salud, Sara Alba, explicó que «esta herramienta tecnológica agiliza las labores de rastreo de contactos para identificar posibles vectores de contagio cuanto antes» y calificó la aplicación como «uno de nuestros mejores aliados para anticiparnos al coronavirus y corta la cadena de transmisión» de forma temprana.
Hasta el momento se han generado códigos QR para 366 establecimientos. El sistema ha acumulado ya un total de 2.312 accesos registrados.
Aunque ahora será obligatorio disponer del código QRen cada establecimiento, la aplicación está en funcionamiento desde finales del mes de octubre.
Se trata de una iniciativa del departamento de innovación de la Fundación Rioja Salud y su objetivo es «llegar a donde los rastreadores no pueden hacerlo», detalla Sergio Martínez, director gerente de la Fundación Rioja Salud.
«Con esta aplicación podemos detectar gente que ha coincidido en un mismo lugar y a la misma hora, pero son personas que no se conocen», explica Martínez.
El funcionamiento de la aplicación es muy simple. Los locales se dan registran en la web de la aplicación y, tras completar una serie datos para darse de alta, se genera un código QR personalizado, listo para imprimir. Los establecimientos deberán situar los códigos a la vista de los clientes o usuarios para que puedan leerlos con sus teléfonos móviles. Así se va elaborando un registro, y en caso de que aparezca un caso positivo, el móvil se incluye en los datos de Salud para elaborar un rastreo y localizar qué teléfonos han compartido el mismo espacio en el mismo momento y poder realizar los protocolos de detección precoz.
«Se trata de utilizar la tecnología y la innovación para ponerla al servicio de la salud y de todos los riojanos», afirma Martínez.
Desde el momento de su lanzamiento hace aproximadamente un mes, la Fundación Rioja Salud realizó un trabajo de comunicación «con ayuntamientos, consejerías del Gobierno regional y establecimientos de hostelería, para divulgar la implantación de los códigos QR», recuerda su gerente, con el objetivo de incrementar el número de establecimientos adheridos. A partir de ahora, será obligatorio su uso por parte de los locales, pero para su completo éxito, se necesita la participación de los ciudadanos registrando sus accesos. «Por eso, nosotros solicitamos la colaboración de los riojanos para el desarrollo de la aplicación», apunta Martínez. El objetivo es que «cada uno leamos con el móvil el código cada vez que visitemos un establecimiento», para incrementar la efectividad. Ante la reticencia de algunos en relación al funcionamiento, el gerente de la Fundación Rioja Salud defiende que «la aplicación es complemente segura».