"Hay que gestionar la ADER como una empresa privada"

Feli Agustín
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Fernando San José, gerente del ente público riojano para dinamizar el tejido empresarial, destaca los activos de La Rioja para atraer nuevos proyectos empresariales

El gerente de la Agencia de Desarrollo Económico de La Rioja (ADER), Fernando San José, en una imagen de archivo. - Foto: Ingrid Fernández

Con una amplia experiencia en la empresa privada, Fernando San José debuta en el mundo de la política al frente de la Agencia de Desarrollo Económico (ADER), puesto al que ha llegado desde la firma de organización de eventos Red Level Events. Licenciado en Derecho y máster en Asesoría Jurídica de Empresas por la Universidad de Deusto, secretario de la junta directiva del Athletic de Bilbao y nieto de un señor de Munilla, ha venido para cambiar el funcionamiento de un departamento que va a disponer este año de más dinero que nunca para apoyar a las empresas riojanas, también a restañar las heridas que está provocando la Covid 19. Pero no solo de ayudas va a vivir la ADER, a la que quiere convertir en un elemento fundamental de acompañamiento y ayuda a la economía regional desde el convencimiento de que La Rioja es una comunidad con grandes posibilidades para acoger nuevos proyectos y para el establecimiento de empresas porque cuenta con profesionales formados, tanto en la universidad como en FP, y con una ciudadanía que apoya a sus empresas, que entiende como propias. Somos un lugar extraordinariamente atractivo para poner en marcha proyectos empresariales o turísticos; La Rioja es un lugar formidable para desarrollar economía. 

Tras la pandemia, la ADER ha de jugar un papel importante en la recuperación, con el Plan de Reactivación Económica. ¿Son 34,4 millones suficientes?

Estos 34,4 millones tienen como destino una acción directa para responder a una necesidad concreta; tan extraordinaria es la dotación como la necesidad; no se había producido nunca, en un tiempo tan breve, una recesión tan profunda de la economía mundial. Al parar la economía durante casi tres meses, necesitamos una acción extraordinaria con fondos adicionales a los habituales, que están a disposición, con carácter universal, para toda la economía riojana. Estamos hablando de un Plan de Recuperación que no sustituye a la política de ayudas habitual y está ligado a la situación provocada por la Covid.

¿Cuáles son sus principales líneas de acción?

Se han previsto tres. La primera se dirige a facilitar el acceso a la liquidez, el gran problema que están atravesando las empresas que han paralizado su actividad, con lo que tienen gastos y carencia de ingresos, de tal manera que necesitan ayuda para mantener el circulante y acceder a liquidez extraordinaria. El segundo punto, también estratégico, persigue transmitir tranquilidad y seguridad en el ámbito laboral por la vía de la prevención y la higiene para garantizar una reincorporación segura a los puestos de trabajo, tanto para los empleados como para los clientes en los lugares donde acuden, como comercio, hotelería u hostelería. El tercero, fundamental, aspira a reactivar los negocios en el sentido más universal para responder a las consecuencias de la Covid 19. Se contemplan tres aspectos, el diseño de una estrategia nueva, que hay que repensar y plantear de manera profunda; las inversiones que hay que acometer al respecto; y un interés específico en ámbitos concretos que tienen necesidades especiales de ayuda y protección, como son comercio y turismo.

¿Cómo hay que plantear esas estrategias nuevas?

Hablamos de reactivación de negocio. Cada uno debe analizar en su esfera cómo ha cambiado su vida empresarial o profesional después de la crisis sanitaria; no es lo mismo una empresa manufacturera que una hostelera, pero a todos les ha cambiado algo. Para ello ofrecemos la capacidad de establecer un plan de acción, de estudio, de análisis para el cien por cien de los actores que provocan desarrollo económico, es un plan universal para todos los sectores, tipos societarios o autónomos; es el más universal de ADER desde su origen. La Covid nos ha enseñado que hay un nuevo modelo que el propio consumidor demanda, como el caso del comercio, que debe estar mucho más cerca del cliente y tal vez requiere una logística o capacidad de desarrollo online. Nosotros vamos a ayudar a que cada empresa valore, con consultores externos o de manera interna, porque muchas veces nadie sabe más de su negocio que uno mismo, si es necesario cambiar algo. Por ello, vamos a ofrecer una ayuda directa que viene a compensar el tiempo que un negocio ha invertido en repensar las nuevas estrategias, o a quien ha necesitado ayuda externa.  Apoyaremos, igualmente, las inversiones que sea necesario efectuar para llevar a cabo ese cambio.

¿Por dónde pueden ir las nuevas necesidades empresariales provocadas por la Covid?

Hemos tratado de analizar cada uno de los sectores principales con protagonismo en La Rioja. Estamos intentando anticipar escenarios futuros para que, ante situaciones similares a la que estamos viviendo, estemos preparados para ello.

Hemos trabajado con el calzado, un sector económicamente solvente que, de repente, se ha encontrado con que no ha podido comercializar la producción durante una temporada y tenemos que ver de qué manera en el futuro, por si llega una situación parecida, sus consecuencias se pueden minorar. Igualmente, hemos analizado el caso de las bodegas, que tienen un stock muy importante debido al cierre durante tres meses del canal Horeca (hostelería, restauración y cafeterías), que va abriendo de manera progresiva, existencias van a dificultar a los viticultores vender la totalidad de la uva. Cada sector tiene su problemática y cada empresa la suya; hay bodegas que sirven a alimentación y se han comportado mejor porque el sector de agroalimentación, de manera más favorable en conservas que en fresco, han funcionado bien. Estos planes vienen a determinar necesidades que se han producido y con las que vamos a convivir durante un tiempo.

Los componentes del automóvil, que suponen el 10% del PIB riojano, están atravesando momentos muy duros.

Sí, es un sector importante, además en las áreas de innovación y tecnología. Por su volumen y el efecto tractor que supone en otras subcontratas es otro de los sectores que tenemos en el centro de nuestro análisis para poder adaptar nuestra política a su mayor desarrollo. Es verdad que el momento es duro porque existe incertidumbre sobre el cierre del año; también es cierto que se venían arrastrando cuestiones como los debates sobre el diésel o el coche eléctrico, que han provocado que durante un tiempo, ante una decisión de compra no imprescindible, la gente haya alargado la vida de sus vehículos. Dentro de lo que cabe, la automoción es tan importante en España que todos los gobiernos hacen esfuerzos para su mantenimiento. Y mientras exista en este país como sector principal, creo que podremos contar con una buena salud de las empresas riojanas de componentes, confiando incluso en su crecimiento y en la captación de nuevos operadores.

Igualmente, comercio está siendo muy castigado. ¿Qué se ha previsto?

El comercio de cercanía es imprescindible para la economía riojana, es un sector que vive un momento tremendamente difícil, que necesita apoyo específico y que sufre amenazas claras desde hace años, desde los centros comerciales a operadoras online, que utilizamos muchas veces con cierta falta de sensibilidad ciudadana. Quiero hace un alegato a la responsabilidad social; desde el Gobierno apostamos por el comercio ciudad; hemos establecido una línea de ayudas específicas de tres millones, que no tendremos duda en incrementar, para conseguir que el comercio de proximidad sea tan competitivo como el comercio online, al que nos hemos acostumbrado durante la pandemia. Tenemos que trabajar para demostrar que este servicio lo puede prestar el comercio de proximidad, con la garantía de la cercanía, la especialización y la personalización de la atención. Durante la Covid, el comercio local ha sido capaz de ofrecer esos servicios, y nuestra intención es ayudarles a elaborar nuevas estrategias o colaborar en nuevas inversiones tecnológicas. Creemos firmemente que la dimensión de La Rioja nos permite gozar de un comercio fuerte y moderno y una ciudadanía cercana por lo que apelo a las consumidores, siempre respetando otras opciones, a una sensibilidad social con quien hace ese esfuerzo local, que cada día es más eficiente y competitivo y cuenta con esa capacidad de especialización para aconsejar la mejor opción.

¿Las ayudas habituales de la ADER responden a las necesidades actuales de empresas y autónomos?

Antes de la Covid trazamos un plan, que modificaba muchas cosas tras un profundo estudio sobre la estrategia que debe seguir esta región, ligado a la innovación o la internacionalización. Por eso pensamos que, aun adaptándolo mínimamente, no debe atender a la Covid, porque ya hay 34, 4 millones para ello. Una vez superadas sus consecuencias, debemos seguir respondiendo al fortalecimiento de las empresas. Mal haríamos si confundiésemos el Plan de Recuperación Económica con el Plan de Modernización, que da cabida al resto de ayudas, que deben aplicarse con criterios normalizados de modernización de las empresas y su competitividad, I+D o internacionalización. Cada plan apoya una realidad, la recuperación y la modernización, que deben conjugarse de manera adecuada para alcanzar el éxito de recuperar una economía que va a sufrir una recesión este año y, posiblemente, el que viene.

¿Internacionalización o innovación son las bases?

Creemos que hay que afrontar los programas de ayudas de otra manera. En el caso de la internacionalización, vamos a segmentar el estado de cada empresa para acompañarla en este reto, de acuerdo a su estatus.  Mantenemos estos conceptos, pero no tienen nada que ver en su estrategia y aplicación a lo que se ha hecho hasta ahora.

Lleva desde septiembre al frente de ADER, en medio ha llegado la pandemia. ¿Qué gestión pretende desarrollar en la agencia?

Estamos en un proceso activo de reorganización de ADER, de cambio absoluto. Debe modernizarse. Nuestro objetivo y, precisamente, la razón principal por la que yo estoy aquí es que la ADER cambie radicalmente en temas tan importantes como su orientación a la ayuda de la economía riojana. No va a ser una agencia que otorgue subvenciones; estamos desarrollando una reestructuración orgánica para que asuma nuevas funciones. Precisamos que el sector industrial obtenga de ADER lo que requiere; empezamos hace varios meses un programa de monitorización, cuya parte más visible es la visita de miembros del Gobierno. Tras esa visita, queda una labor permanente de continuidad del equipo de ADER en el seguimiento de las necesidades de la empresa, fundamentalmente con las que más facturan. Pero ahí no concluye el trabajo de la agencia, que quiere llegar a la pyme que, día a día, nos permiten contar con una comunidad saneada y con un PIB que queremos que crezca. Estamos orientados al servicio a la economía riojana, sobre las bases de cercanía, asesoramiento y escucha. Estamos estableciendo servicios para complementar las necesidades de la empresa, como de asesoramiento y ayuda a la búsqueda de financiación; hemos estado muy cerca de ellas, recomendándoles que se fortalecieran durante la pandemia y seguimos asesorando a sectores que tienen necesidades especiales de financiación, como bodegas.

¿Qué otra líneas de apoyo van a acometer?

Información, formación o consultoría. Nuestro plan estratégico contempla, también, el emprendimiento, porque el plan Emprenderioja exige una modernización. Estamos en un procedimiento interno de reorganización de procesos para que la gestión de la tramitación y concesión de subvenciones sea mucho más eficiente. Nuestro objetivo es reorientar la ADER y transformarla con carácter”  absoluto para lo que requiere nueva organización, una reorganización de procesos tremendamente eficiente o un sistema de gestión mucho más eficaz para cumplir con periodos más rápidos de concesión de ayudas, que ha sido uno de los grandes déficits.

¿Se está trabajando en la captación de nuevas empresas?

Antes de la pandemia estábamos desarrollando una serie de acciones ligadas a sectores donde queríamos establecer políticas de captación, sectores tractores ligados a la cercanía con los tradicionales y de innovación. Había también otra línea de captación de emprendimiento y valor que pueda venir de otros lugares, de profesionales y de ideas; de proyectos y de implementación de nuevos negocios que pudieran requerir una cercanía o un apoyo gubernamental para desarrollarse aquí. Pensamos que hay que trazar la estrategia de emprendimiento de esta década, pero necesitamos implementar todo el talento que existe aquí y podamos captar de fuera, de proyectos, de ideas de negocio, en todo lo que pueda hacer que una ‘startup’ se convierta en una empresa con captación de personal y con facturación suficiente para convertirse en una empresa importante.

Viene de la empresa privada. ¿La han traído para gestionar la ADER como una compañía privada?

Si no fuéramos a transformar ADER, no estaría aquí. Mi reto es lograr una ADER totalmente diferente porque es un paso que hay que acometer; necesita un replanteamiento, una reorganización y una dotación de eficiencia para hacer muchas más cosas. Si no me planteara que podría aportar algo que he venido a lo largo de mi vida profesional intentando hacer en las numerosas empresas que he dirigido en el ámbito privado pues no estaría aquí. Dentro del ámbito público, mi intención es que la ADER se parezca lo más posible a una empresa privada.

Proviene del País Vasco, una economía muy competitiva. ¿Qué le falta a La Rioja para alcanzarla?

Creo que La Rioja debe pensar más en su potencial. Tiene unas bondades extraordinarias para, por la dimensión, por la seguridad, por el emplazamiento excepcional, tanto estratégico como social y económico y por la cercanía a las instituciones, poder acoger muchos proyectos. Además tiene sectores que históricamente han desarrollado modelos de éxito tan buenos como el País Vasco.