"Estamos impactados por el crimen, pero apenas les conocemos"

G.B.
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La detención de un matrimonio pakistaní por matar a su hija en 2020 en su país está en boca de todos en la calle Luis Barrón, donde vivía, aunque vecinos y comerciantes dicen que no hacían mucha vida social

Imagen de la calle Luis Barrón, donde residía el matrimonio detenido. - Foto: Óscar Solorzano

En la calle Luis Barrón de Logroño, la detención el pasado día 15 de un matrimonio pakistaní acusado de haber matado a su hija en 2020 en su país por casarse sin su permiso está en boca de todo el mundo. Quien más quien menos les conocía de vista, aunque es difícil encontrar a alguien que pueda dar más detalles de la personalidad y la vida que llevaba la pareja en la capital riojana. «Sé quienes eran, pero creo que no hacían mucha vida social en el barrio;aún así, aquí estamos muy impactados por el crimen», resume un vecino de esta calle, paralela a Gonzalo de Berceo y con un alto porcentaje de población inmigrante.

Se acuerda perfectamente del matrimonio, un hombre de 67 años y su mujer de 51, el dueño de la carnicería y tienda de alimentación Jeljal El Ismailía, en la esquina de Luis Barrón con Beratúa. «Venían de vez en cuando, pero se limitaban a comprar y no sé más de ellos», explica amablemente este comerciante, que hace un hueco entre su clientela para atender a El Día de La Rioja.

La noticia de la detención saltaba el viernes, cuando la Policía Nacional informaba del arresto de estas dos personas, que tenían una orden internacional para su extradición por presuntamente haber matado en 2020 en su país de origen a su propia hija, quien se casó sin permiso de sus progenitores.

Dos agentes conducen a la mujer detenida a la Jefatura de Policía.Dos agentes conducen a la mujer detenida a la Jefatura de Policía. - Foto: Policía NacionalLa operación que ha dado como fruto al detención comenzó en Pakistán en abril de 2020, cuando fue emitida una orden internacional de detención contra el matrimonio, al que se acusa de secuestrar y matar posteriormente a su propia hija en su país de origen, porque había contraído matrimonio con una persona que no era del agrado de sus padres. El viudo de la mujer fallecida denunció los hechos ante las autoridades pakistaníes, que los declaró culpables y emitió la orden internacional de detención.

Las autoridades pakistaníes comunicaron a la Policía Nacional que tenían indicios de que estas personas pudieran residir en la capital riojana y detallaron la problemática en torno a los matrimonios en Pakistán, muchos de ellos arreglados de forma tradicional o semi-acordados. Los investigadores comenzaron las pesquisas para localizar a los prófugos en el territorio riojano, con un dispositivo discreto de control y vigilancia.

Después de ser localizados, se detuvo a ambos cerca de su domicilio, y una vez cumplimentados los trámites policiales, fueron puestos a disposición del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, cuyo titular decretó su ingreso en prisión.

«Me quedé muy sorprendida al enterarme», afirma la camarera del bar Roberto, en Luis Barrón, donde vivía el matrimonio detenido, que sin embargo no les conocía, pese a que no se trata de una calle muy larga. Algo similar comenta el dueño del Kebab Dani, en el extremo este de la calle, que ha escuchado hablar de la noticia a muchos de sus clientes, algunos de los cuales conocían a la pareja, pero poco más que de verla por la calle.

Según relatan quienes sí saben algo más de los detenidos, el hombre trabajó en la construcción cuando llegaron a Logroño y después regentó un locutorio, aunque al parecer en la actualidad no tenía empleo conocido. La pareja tiene más hijos, algunos de los cuales trabajan en un locutorio de la capital riojana. La familia procede de la provincia del Punjab, la segunda en extensión y la más poblada de Pakistán, de donde es oriunda el 90 por ciento de la comunidad pakistaní asentada en La Rioja, más de 3.000 personas que habitan sobre todo en Logroño y en localidades riojalteñas como Haro, Santo Domingo o Casalarreina, y con presencia también en Rioja Baja.

No les conocía personalmente Fida Hussain, presidente de la Asociación Pakistaní de La Rioja, aunque sí tiene constancia de que en su día la familia acudió a esta entidad en busca de orientación, como tantos otros compatriotas.

«Hay conmoción y mucho dolor por una noticia tan luctuosa», relata Fida Hussain, que asegura que este caso deja honda preocupación y daña la imagen de la colonia pakistaní, por un delito que tiene raíces de carácter tribal y que suele darse en zonas rurales. Hussain aclara que la tradición de obligar a las hijas a contraer matrimonios concertados por las familias no es algo aceptado por la inmensa mayoría en el Pakistán actual, en donde en los últimos años ha habido un gran cambio en este sentido. 

«Aquí las chicas eligen a los novios y los casamientos»

La costumbre de acordar bodas con hombres que no sean del gusto de las novias, y lo que es peor aún castigar a las que opten por contradecir a sus padres en la elección de pareja, no es algo que se dé de forma extendida en Pakistán, ni menos aún entre la colonia pakistaní en La Rioja. «Aquí las chicas eligen los novios y los casamientos», asevera el presidente de la Asociación Pakistaní de La Rioja. Como relata Fida Hussain, las agresiones o incluso asesinatos de mujeres que se resisten a un matrimonio concertado es algo que suele ocurrir en ocasiones en ámbitos muy rurales de su país y en un contexto de diferencias tribales y de enemistades entre familias. Con todo, Fida Hussain sostiene que en su país de origen se han producido muchos cambios sociales en los últimos años y aclara que ese tipo de casos de asesinatos o agresiones brutales por matrimonios no consentidos por los progrenitores son minoritarios. En la misma Asociación Pakistaní de La Rioja, una de las acciones de concienciación en las que se trabaja, sobre todo con compatriotas procedentes de zonas rurales, es precisamente el rechazo y la sensibilización contra esas costumbres de forzar matrimonios sin consentimiento de las mujeres.