La hostelería avanza en Portales y casi iguala ya al comercio

R. Muro
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Bares, cafeterías, restaurantes y heladerías ocupan ya 38 negocios y las tiendas superan ligeramente los 40. Los hosteleros se niegan a hablar de zona saturada

Varias personas caminan por la calle Portales - Foto: Ingrid Fernández

La hostelería inició hace ya años un proceso de conquista en la que fue una de las calles comerciales por excelencia de Logroño. Los establecimientos comerciales de la calle Portales, denominada en sus inicios y hasta el año 1812 rúa de las Tiendas, van cediendo espacio a favor de bares, restaurantes, cafeterías, heladerías y establecimientos de comida rápida, entre ellos, de kebab. De hecho, negocios dedicados a hostelería y comercios se reparten prácticamente los locales de los 610 metros de calle casi a partes iguales.

Según los datos facilitados por la Cámara de Comercio e Industria de La Rioja, la calle Portales cuenta actualmente con 43 establecimientos dedicados al sector comercial.  El sector hostelero, en toda la amplitud del término, ocupa ya 38 locales en la conocida y mítica vía logroñesa. Hace apenas cuatro años, y con una pandemia de por medio, eran 25. También hay que tener en cuenta en este sentido que durante la última década el número de establecimientos dedicados al sector comercial ha disminuido en la calle de la Constitución, como así se denominó a partir de 1812, en tan solo 6 comercios. 

Las últimas víctimas comerciales portan el nombre de establecimientos tradicionales de una calle que asumió también, en su día, el papel protagonista de las finanzas, la política e incluso la cultura de la ciudad. Don Claus cerró sus puertas hace meses tras la jubilación de su propietario y el local permanece cerrado. Desde la inmobiliaria Iregua, que gestiona el futuro de este local situado frente a la concatedral de La Redonda, señalan que «su alquiler resulta más complicado ya que no dispone de salida de humos» para la apertura de hostelería mientras que «el comercio parece estar apostando por calles paralelas y otras zonas de la ciudad», asegura Óscar Martínez Solozábal, gerente de Iregua. A esto se suma que los propietarios de los locales pueden obtener «una mayor rentabilidad de un alquiler a hostelería que a un comercio». 

La historia, aunque con otro final, se repite en el antiguo establecimiento de la joyería Cárdenas, otro de los comercios de Portales, en el número 73, justo en la esquina con la plaza de San Agustín, que actualmente abre sus puertas a un bar y a un restaurante. Todo ello en una calle de poco más de 600 metros de longitud que llegó a albergar, en su época dorada, hasta 400 comercios. Y entre todo el entramado de bares, restaurantes y terrazas, aflora Dulín, una sombrerería con 126 años que cada mañana abre sus puertas al público.

La hostelería conquista la calle Portales a modo de tsunami trayendo consigo una transformación urbana que se inició hace décadas. Una transformación por la que sobrevuela cierto riesgo de saturación entre algunos hosteleros que no termina de cuajar. Desde el café del Mercado, en la esquina con la plaza, mantienen hoy día «mucho trabajo» y no consideran que esa saturación haya empezado a hacer mella entre el sector ubicado en Portales. No demasiado lejos de esta idea, Francisco Martínez-Bergés, de la asociación de hostelería de la FER, cree  que «bares y restaurantes están impulsando la zona», si bien, entienden que pueda surgir cierto malestar entre los vecinos. Una cuestión ésta última, cuyo control enfoca directamente en el Ayuntamiento de Logroño.