Un año cerrados y disgustados

Bárbara Moreno
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El hostel Winederful abrió en pleno corazón de Logroño en 2017 en busca de un nicho de mercado de éxito pero llególa pandemia y prevén un 2021 en blanco

Hostel Winederful en la calle Herrerías de Logroño con su regente Susana Palacio. - Foto: Óscar Solorzano

Susana Palacio, una vasca que vino a La Rioja por trabajo, es Ingeniera Técnica de Industria, conoció a un riojano en su trabajo con el que se casó. Y decidió aprovechar el nicho de mercado y abrir un coqueto hostel de 50 plazas en pleno corazón de Logroño, en concreto en la calle Herrerías, y le bautizaron como Winederful, haciendo un juego de palabras y haciendo un guiño al producto de la tierra, el vino en inglés. Así, Winederful abrió en 2017 con muchas ganas y cinco trabajadores. Pero poco después ha llegado la hecatombe para ellos. Palacio es la dueña y regenta de este establecimiento hotelero que lleva cerrado ya todo un año. Porque en invierno no abren salvo en fines de semana y si les piden demanda. Y ya cuando en marzo iban a abrir, «ya estábamos preocupados. Y eso que era antes de marzo, mi equipo me miraba con ojos de platos, como si yo hablara de una hecatombe que fuera a llegar, y abrimos el 1 de marzo con carteles de recomendación de seguridad. Teníamos muchas reservas, pero, a partir del día 11 de marzo empezaron a llegar las cancelaciones por las noticias que se iban oyendo de un posible confinamiento». Y  llegó el confinamiento. «Entonces cerramos, y así hemos estado durante todo el año». 

Palacio relata que ella incluso era optimista, «nos dijeron que iban a ser 15 días de cierre, pero yo ya le dije a mi equipo que se prepararan para dejar de trabajar durante al menos tres meses. Yme quedé corta». 

En realidad «intenté abrir en agosto porque empezaba a tener reservas, pero justo empezó a haber cancelaciones porque hubo ya restricciones en La Rioja». Así que decidimos cerrar ya hasta la Semana Santa de 2021.

Una fecha que hoy tampoco ven nada factible. «Según lo que vemos de los telediarios, las vacunas que no llegan, los brotes, las nuevas cepas que vienen de diversos países, «vemos un 2021 en blanco». 

Así de pesimista se muestra ahora esta emprendedora optimista de naturaleza «por la solución que no da el Gobierno, por las vacunas y esos virus que mutan».

Palacio explica que durante los fines de semana Logroño siempre estuvo lleno. Ya fuera de viajeros vascos, navarros, catalanes, madrileños.

«Mucha gente venía a pasar el fin de semana. Entre semana, a partir de Semana Santa el Camino de Santiago siempre ha sido muy recurrente hasta finales de octubre, destacando el enoturismo». «Inauguramos en agosto de 2017, y cuando el negocio empezaba a ir bien, llegó esto», «En buena hora», lamenta, mientras recuerda que tienen facturación cero y solo gastos. Pero, «vamos a intentar aguantar, ver cómo se resuelve todo y entonces abriremos», desea una emprendedora que en realidad quiere ser más optimista.