El supuesto suicidio de una mujer en 2020 fue un asesinato

El Día
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La víctima, vecina de Los Lirios, no tenía hijos menores y no existían denuncias por violencia de género. La confirmación del caso como crimen machista se produce tras las pruebas forenses

Edificio en el barrio logroñés de Los Lirios, en una de cuyas viviendas apareció el cuerpo sin vida de la mujer. - Foto: INGRID

Lo que pudo pasar en su momento por un suicidio en un barrio de Logroño fue en realidad un asesinato machista. Así lo certificó ayer la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que confirmó el caso de asesinato por violencia machista de una mujer española de 56 años, ocurrido en Logroño el 13 de octubre de 2020, y del que se considera presunto autor a su cónyuge, también de 56 años.

La confirmación de este caso por violencia machista se ha producido tras el resultado de las pruebas forenses y su instrucción como homicidio por violencia de género, según informó este jueves la Delegación del Gobierno en La Rioja. Esta mujer, que residía en un piso del barrio de Los Lirios, no tenía hijos menores de edad. Además, no existían denuncias previas por violencia de género, indicaron estas mismas fuentes oficiales. La Delegación del Gobierno en la región recordó que este caso se consideró inicialmente como un suicidio, pero, tras la investigación llevada a cabo, se ha confirmado como un crimen machista.

Sin embargo, la intrahistoria de este crimen encierra aspectos llamativos que hacen del caso más complejo de lo que puede parecer a priori. Si bien es cierto que en su momento la explicación del suicidio se expandió fuera de los círculos de la investigación policial, desde un primer momento los expertos encargados del caso vieron indicios bastante claros de que la violencia estaba detrás del fallecimiento de la vecina de Los Lirios.

Es más, entre las pruebas que se llevaron a cabo estaba el cotejo de una huella encontrada en el piso donde fue hallado el cuerpo, en aquel momento no identificada, con las huellas del asesino del niño Álex en Lardero, Francisco Javier Almeida, ante la posibilidad de que antes de ser detenido hubiera podido cometer este otro crimen. Sin embargo, las pruebas de criminalística descartaron esa vía de investigación al no coincidir la huella con las de Almeida.

Estrategia investigadora. Aunque los agentes encargados de las pesquisas ya vieron claro que la mujer no se había quitado la vida, entre otras cosas por las heridas en el cuello y en otras partes del cuerpo que presentaba la víctima, la tesis del suicido no fue desmentida públicamente. Según pudo saber El Día de La Rioja, el objetivo era poder seguir con las indagaciones, centradas en el entorno más cercano de la fallecida, sin levantar sospechas y evitar así que pudiera malograrse la investigación.

A ello se une que la justicia decretó el secreto de sumario sobre el caso, con lo cual la Delegación del Gobierno en La Rioja no pudo desmentir el suicidio como hipótesis más verosímil. El asunto, que recayó en un primer momento en el Juzgado de Instrucción número dos de Logroño, fue derivado al Juzgado de Violencia de Género, al apreciarse indicios claros de que la muerte de la mujer podía estar relacionada con este tipo de delito. Precisamente, esos indicios debieron ser los que llevaron a las autoridades judiciales a ordenar la detención del marido de la víctima como presunto autor de su muerte, aunque posteriormente fue puesto en libertad. La confirmación de esta muerte como crimen machista suscitó ayer la reacción de todas administraciones local, regional y nacional, que condenaron enérgicamente este asesinato.