Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Sánchez defiende su credibilidad

28/12/2022

En el orden económico el conjunto de medidas económicas adoptadas por el Gobierno de coalición tras el inicio de la guerra de Ucrania y durante la pandemia pueden resumirse en dos, la adopción de decisiones que han supuesto un escudo protector para los más desfavorecidos y el reparto equitativo de la crisis por medio de la bajada de impuestos en servicios esenciales y la subida de impuestos a las clases más pudientes y a las empresas que se han beneficiado de la crisis generada por la guerra. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió, tras enumerar una vez más todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo a lo largo de la legislatura, la diferente forma en la que se abordó la crisis financiera de la primera década del siglo y la respuesta de un gobierno progresista. Las últimas medidas que tratan de moderar el incremento de la inflación van en una doble dirección, la bajada del IVA de los alimentos de primera necesidad –como pedía el PP- y un cheque de 200 euros -como pedía Unidas Podemos- para las familias de rentas inferiores a los 27.000 euros. Sánchez no hizo en esta ocasión un pronóstico excesivamente optimista sobre la futura evolución de la economía nacional dada la incertidumbre del escenario internacional, en su balance anual de la acción de gobierno.    

Pero sobre todo había deseo de escuchar a Pedro Sánchez tras las declaraciones del presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, de que 2023 será el año para entablar "una gran conversación" en Cataluña para convencer al Gobierno de la celebración de un referéndum de autodeterminación. Y su respuesta fue la que ha utilizado desde el primer momento en que se entabló la mesa de diálogo con el independentismo de ERC, que ninguna Constitución del mundo prevé los referendos de autodeterminación y que "podrán reclamar lo que quieran porque no se va a producir. La declaración contundente sobre el cumplimiento de la Constitución tendría que ser suficiente. Pero Sánchez tiene un problema de credibilidad, porque también negó otras posibilidades de reformas pedidas por los independentistas, como la sedición y la malversación y ahí están. Pero ahora la situación es bien diferente aunque Sánchez mantiene su apuesta por el diálogo para resolver un conflicto político "que no es de hoy ni se va a resolver de un día para otro".  

Su firmeza en el cumplimiento de la Constitución demostrado cuando apoyo la aplicación del artículo 155 y ahora negando la posibilidad de celebrar un referéndum de independencia –al PP le celebraron dos- tendría que ser suficiente para alejar ese debate, ahora que la Constitución se cumple en todos y cada uno de los territorios del país, dijo Sánchez. Su "fidelidad" al cumplimiento de la Constitución le sirvió para contraponer su posición con la del actual líder de la oposición -y el anterior- y para subrayar que es el PP quien evita un buen funcionamiento democrático por los bloqueos en la renovación de los organismos constitucionales, y se quejó de que los acompañan de una decepcionante labor de oposición, además de las descalificaciones que le dirigen.   

De lo que está convencido Sánchez es que la reforma del delito de malversación no traerá las mismas consecuencias que la ley del solo si es sí y que se evitará la salida de la cárcel de condenados por corrupción porque se han adoptado las cautelas adecuadas.