Crece el turismo pero la rentabilidad se queda lejos de 2019

R. Muro
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Logroño recibe hasta abril más visitantes que en el mismo periodo de 2019, pero facturación y beneficios de hostelería, hoteles y alojamientos caen hasta un 30%

Una guía acompaña a turistas por Logroño - Foto: Óscar Solorzano

El sector turístico de Logroño observa el futuro más próximo bajo un prisma de optimismo, pero el presente, aunque evidencia claros síntomas de recuperación, no termina de asentarse en las cifras prepandemia de 2019. Es cierto que los datos de visitantes a la capital riojana durante los cuatro primeros meses de abril de 2022 (25.916 entre nacionales y extranjeros) reflejan un incremento en relación al mismo periodo de 2019 (24.487 entre nacionales y extranjeros), si bien, este aumento viene a corroborar algunos de los argumentos de gran parte del sector turístico. El presidente de la Asociación de Hosteleros de La Rioja, Francisco Martínez-Berges, observa «ganas de salir, mucha gente en la calle durante los fines de semana, pero un menor gasto». Los hosteleros facturan actualmente un 18% menos que en 2019 mientras que el cómputo de beneficios ha caído un 30% por el aumento de los costes, según los datos facilitados por la propia asociación.  

Por su parte, y atendiendo a una de las zonas turísticas por excelencia de Logroño, los hosteleros de la calle Laurel han recuperado el pulso de la mítica calle logroñesa durante los fines de semana pero lamentan que el turismo congresual y de trabajo, continúa en niveles muy bajos. José Vicente Jiménez asegura que la hostelería representada en la Asociación está al 75% de la facturación de 2019, «pero falta ese turismo de entre semana que llegaba a Logroño por motivos laborales». Es pronto para hacer balance pero el presidente de los bares de la calle Laurel recuerda que en 2019 se descorcharon más de un millón de botellas de Rioja y en temporada alta, es decir, en los meses de verano, se llegaba a 50.000 personas semanales de pinchos por la calle Laurel. 

Una situación similar atraviesan los hoteles riojanos. Demetrio Domínguez, presidente de la Asociación Riojana de Hoteles de la FER     ve necesario que «el sector industrial y, en general la empresa, se recupere porque los hoteles no viven solo de la noche del sábado». Es la situación actual del sector hotelero si bien, Domínguez habla de optimismo ante lo que espera que sea «un verano muy bueno». Pero a día de hoy, «la realidad está solo en los sábados». Los alojamientos turísticos se encuentran inmersos en un contexto muy parecido. «Hay más reservas y más movimiento, pero limitado a los fines de semana. Entre semana le está costando mucho recuperarse», señala Almudena Castañeda, tesorera de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de La Rioja (Arvutur). Y además, matiza, «las reservas suelen llegar a última hora». 

menos rentabilidad. Las casas rurales asociadas en Ascarioja también tienen la mirada puesta en el verano. Ya tienen reservado para julio y agosto alrededor del 80% de las habitaciones y con estancias que han pasado de 2 días a entre 4 y 7 días. Todo ello después de una Semana Santa por encima del 85% de ocupación. Sin embargo, Joaquín Sanz, presidente de Ascarioja, matiza unos datos que, en principio, «permiten alcanzar una facturación similar a la de 2019 pero con un descenso de la rentabilidad de entre el 25% y el 30%» debido al incremento de los precios. 

En definitiva, el turismo tira con fuerza del carro económico, y como refleja la Encuesta de Coyuntura Económica de la Cámara de Comercio, es el sector en el que se deposita gran parte de la confianza, si bien, aún se mira con cierta añoranza a 2019.

San Bernabé, como un fin de semana normal 

La confluencia de días festivos en Logroño, con el Día de la Comunidad Autónoma y la festividad de San Bernabé, no animan las perspectivas de hoteles, alojamientos de uso turístico ni casas rurales. «Son unos días en los que los riojanos, y en especial los de Logroño, aprovechan para hacer alguna escapada», apunta Demetrio Domínguez, presidente de la patronal hotelera. De hecho, considera que «habría que darle una vuelta a estos días» con el objetivo de evitar las tradicionales escapadas y fomentar la llegada de turistas. Las reservas en los hoteles de Logroño y, en general en toda la Comunidad Autónoma, «están como cualquier fin de semana» de cara a las jornadas festivas. En la misma línea se expresa Almudena Castañeda, de la Asociación de Viviendas de Uso Turístico de La Rioja. «San Bernabé será como un fin de semana normal, con reservas de última hora», apunta. Reservas que desde luego no ocupan el cien por cien de las plazas de uso turístico, pero que en algún momento, y sin datos concretos en la mano por parte de Arvutur, la plena ocupación no ha andado lejos. De esta misma forma ha transcurrido  mayo, y transcurrirá junio para las casas rurales vinculadas a Ascarioja. «Reservas de última hora», sin nada especial debido a los días festivos, «y con reservas procedentes de plataformas online que en algún caso se cancelan con la misma celeridad de la que se reserva», detalla Joaquín Sanz. Lo que si parece evidente que el que permanece en Logroño sale, otra cosa, como matizan los hosteleros, es lo que gaste.