El Gobierno baraja subastar en lotes el vino de La Grajera

Feli Agustín
-

La venta de 194.000 litros de vino institucional queda desierta en un año con excedentes, lo que frena su adquisición a un precio considerado elevado y con condiciones estrictas de pago

Depósitos en la bodega institucional de La Grajera. - Foto: Clara Larrea

Al igual que lo que sucedió el año pasado, nadie pujó este miércoles por adquirir los 194.000 litros de tinto y blanco que puso a la venta el Gobierno de La Rioja, procedentes del remanente del vino elaborado en las instalaciones la bodega institucional de la finca La Grajera.

Así lo confirmaron desde la Consejería de Agricultura, que ahora analiza la pertinencia de convocar una segunda subasta, algo que todavía no está decidido,  que pudiera ofrecer a los potenciales compradores la posibilidad de adquirir el vino en lotes más pequeños, al contrario de lo que suele ser habitual, cuando un único postor adquiere la totalidad del vino puesto a la venta.

Un antiguo comprador, que desea permanecer en el anonimato, entiende este resultado en un año  «con tanto vino». Al hecho de que  Rioja alcanzara el año pasado una cosecha importante en cantidad, 385 millones de kilos, y de calidad -ha sido calificada como excelente-hay que sumar la caída de ventas de un 12% hasta mayo, según ha confirmado esta semana el presidente del Consejo Regulador, Fernando Salamero. 

«Puedes encontrar todo el vino que quieras, hay muchos productores con gran cantidad y dentro de cuatro días llega la vendimia, en la que va a entrar mucho vino y todavía tienen sin vender la del año pasado», argumenta, al tiempo que explica que a las bodegas importantes, las exportadoras, «le sobran vendedores que les llevan el vino sin fecha de pago».

El precio que se ha establecido, de 0,95 euros por litro, a los que hay que sumar el IVA, tanto para los 171.000 litros de vino tinto como para los 23.000 litros de blanco, es elevado en este contexto, considera este conocedor del mercado, que asegura que se puede encontrar vino de excelente calidad a «mejor precio y con mejores formas de pago». Es esta otra circunstancia que puede detraer la voluntad de posibles compradores, porque habría que abonar la cuantía -unos 200.000 euros- antes de la retirada del vino, «que debe hacerse en un plazo corto». Esta obligación entra en conflicto con el funcionamiento habitual de las bodegas, que establecen formas de pago más flexibles, como el abono a 90 días. 

Los argumentos de este experto se asientan, en parte, en la cantidad de la cosecha de 2019, que se situó en torno a 385 millones de kilos de uva, de los que 342 fueron de  tinta y 43 de blanca, de los que 187 millones de kilos entraron en bodega en la zona de Rioja Alta, 109 de Rioja Oriental y 89 en Rioja Alavesa. Un total de 267,27 millones de litros obtuvieron la certificación como amparados por la DOCa Rioja, de los que 22,11 fueron de blanco, 12,50 de rosado y 233,08 de tinto.

Investigación. Sin decidir aún el destino final del vino, desde el departamento de Agricultura destacan que la función de la bodega institucional es la investigación y la experimentación «al servicio del sector vitivinícola» riojano.

«No estamos para hacer competencia al sector», apuntan desde la Consejería, que resalta que el vino que se pone a la venta es el sobrante del destinado a experimentación y el que se embotella con fines de representación institucional. 

Así las cosas, este año se han puesto a la venta 67.000 litros del año pasado; 116.000 de 2018;y 10.000 litros de barrica de 2017.

El año pasado se sacaron a la venta 102.000 litros para los que se estableció un precio de 1,20 euros sin IVA, por litro tanto para los 87.000 de tinto como para los 15.000 de blanco, una subasta que quedó desierta.

Algo diferente ocurrió en 2018, cuando Bodegas Faustino, de Oyón, adquirió los 101.000 litros que puso a la venta la Consejería de Agricultura. El vino se adjudicó a 2,36 euros el litro (excluido IVA), 26 céntimos por encima del precio de salida. La subasta, que tuvo lugar el 3 de mayo, se produjo  en un momento de precios elevados en el mercado interno, dado que la producción amparada en 2017 alcanzó los 250 millones de litros, la segunda más baja desde 2002. El precio de la cántara se situó en 37,76 euros, unos cuatro euros más que el precio de salida.

En esa subasta, quedó fuera de Bodegas Criadores de Rioja, de Alberite, que había comprado los 147.500 litros que se habían puesto a la venta en 2015, de los que 130.000 eran de vino tinto, otros 14.000 de blanco y 3.500 de rosado.

El precio de salida habían sido  0,97 euros el litro y el que Bodegas Criadores de Rioja abonó por fue 1,17 euros, sin incluir el IVA, tras una puja con seis bodegas.

Esta subasta se produjo después de que tuviera ser suspendida la primera que, celebrada mes y medio antes, había quedado desierta al no presentarse bodega alguna. Para esta, se mantuvo el volumen de vino, pero se rebajó el precio de 1.30 euros el litro a 0,97.

En 2016, la cantidad de vino institucional que sacó a subasta el Gobierno de La Rioja fue de 191.000 litros -175.000 de tinto y 16.000 de blanco-, a un precio de salida de 0,97 euros;al año siguiente, se pusieron a la venta 193.500 -172.000  de tinto y 21.500 de blando- a 1,25 euros.