SpectroMap, el algoritmo español que combate el plagio musical

Eduardo Palacios (Efe)
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Se trata de una herramienta raíz del trabajo conjunto de las universidades Internacional de La Rioja y Valencia que detecta similitudes en composiciones musicales

Fachada de la Universidad Internacional de La Rioja. - Foto: Óscar Solorzano

Profesores de las universidades Internacional de La Rioja y Valencia han creado "SpectroMap", un algoritmo que mide de forma precisa las similitudes entre canciones, con lo que puede convertirse en una herramienta eficaz en la lucha contra los plagios en la industria musicial y, a la vez, puede tener aplicaciones creativas, para construir melodías.

Así lo ha explicado a EFE Brian Martínez, profesor de Música e Investigación Musical de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), que desarrolla este proyecto junto a los investigadores Aarón López-García y Vicente Liern, ambos de la Universidad de Valencia, especialistas en Computación Científica y en Matemáticas para la Empresa, respectivamente.

Estudio de grabación y producción musical, en una imagen de archivo.Estudio de grabación y producción musical, en una imagen de archivo. - Foto: JC Gellidon (Unsplash)

Ya han presentado su proyecto y el primer diseño del algoritmo en un congreso internacional de música y matemática, aunque "SpectroMap" todavía necesita más desarrollo, ha aclarado el profesor de UNIR.

La creación de este algoritmo parte de la idea de que "la música es creatividad, sí, pero también matemáticas y racionalidad", asegura y, de hecho "hay creaciones musicales desde hace siglos que utilizan procedimientos matemáticos".

Con esa idea, hace ya más de tres años avanzaron en el proyecto de medir "de forma objetiva" las similitudes entre canciones "algo que parece totalmente subjetivo"; así, avanzaron para crear un algoritmo que mide patrones dentro de las canciones, clasifica estilos o mide similitudes melódicas, entre otras características.

"El concepto base es crear un procedimiento objetivo para comparar canciones y qué grado de similitud tienen", detalla Martínez.

Ya existe tecnología que va en esta línea, incluso de uso popular, reconoce, pero han buscado desarrollar un algoritmo más completo, que sea capaz de analizar un fragmento de audio, separe las frecuencias más destacadas, analice el sonido, filtre toda la información aportada y sea capaz de crear "un mapa sonoro" que se transforma en "un valor numérico" y así obtener "un resultado que puede ser medible para constatar si hay un plagio en otra canción con la que se compare".

En la presentación inicial del proyecto ya han aportado un trabajo práctico con tres canciones, de Adele, Bruno Mars y John Legend, aunque solo han trabajado con versiones de sus temas que circulan por internet interpretadas por otros artistas.

Así, han demostrado cómo se puede convertir en un valor numérico, a través de su algoritmo, la semejnaza que tienen las canciones originales con las versiones, incluso aunque tengan diferente instrumentación "y hemos llegado a ordenar esas canciones por su grado de similitud", detalla Martínez, que también es catedrático de conservatorio en Tecnología Musical.

Los siguientes pasos serán, detalla, comparar las canciones originales con otras que solo contengan fragmentos que se creen iguales a los de las originales; y "luego tendremos que enseñarle al algoritmo que a partir de un determinado valor de semejanza es un plagio" de cara a que los resultados de las comparaciones puedan tener validez legal.

Porque ya existe un baremo legal para decidir si una canción es un plagio, a partir de la repetición de 8 compases o más de una obra en otra "pero con este proyecto tratamos de obtener mucha más información" porque "pueden copiarse otras cosas".

De hecho, "hay un ejemplo claro" de esa "imitación" en la creación de las llamadas "canciones del verano" que se producen en muchas ocasiones "en base a un patrón" que puede incluir "frecuencia, ritmo, melodía, acordes e incluso letra y orquestación".

De hecho "nuestro algoritmo puede tener, cuando se desarrolle por completo, una aplicación inversa, la de coger todos esos parámetros y crear una canción que tenga todos los ingredientes para ser un éxito".

Algo, no obstante, que "no es nuevo para la industria musical" que "trabaja en base a una combinación entre repetición y variedad dentro de las canciones" ya que "más originalidad puede llevar a que una canción sea más difícil de entender" mientras que "más simplicidad y repetición puede ser más comercial", concluye el investigador de la Universidad Internacional de La Rioja.