Cuando Concha Andreu, presidenta del Gobierno de La Rioja, decidió devolver a los primeros días del verano (22 y 23 de junio) el debate sobre el estado de la región todavía quedaba alguna opción de que al atril del Parlamento, y en nombre del Grupo Parlamentario Popular, se subiese su nuevo líder para darle la réplica y mantener el primer 'cara a cara' entre presidenciables. Aunque esa primera comparecencia como futuro adversario en las urnas no gozase todavía de oficialidad por no haberse celebrado aún el congreso (que ya no puede ser en julio por plazos), cualquier acuerdo antes del 21 de junio entre los aspirantes hubiera bastado para que la hoja de ruta del debate que hoy comienza cambiase de manera notable. 

La estrategia de Génova para cerrar la falta de liderazgo en La Rioja y encarar el proceso electoral local y autonómico de 2023 parece marchar por distinto camino a la de las familias populares de la región. Desde la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la dirección nacional, Génova solo se ha dirigido en una ocasión a cada uno de los dos  candidatos a la sucesión de José Ignacio Ceniceros: Alberto Bretón y Alfonso Domínguez. Lo hizo el vicesecretario de Organización en Génova, Miguel Tellado, y les pidió que la pugna por encabezar la renovación del partido en la Comunidad dejase de ser objeto de noticias en los medios de comunicación porque se alimentaba la confrontación. Aquellas reuniones, por separado, sucedieron en las primeras semanas de mayo y  les fue requerido ese comportamiento responsable para con la imagen del partido, que ambos han cumplido a rajatabla. También los miembros de la 'tercera vía' promovida por Carlos Cuevas, que había irrumpido días antes bajo un mensaje de búsqueda de unidad de Bretón y Domínguez, se aplicaron el silencio hacia el exterior.

Golpe de efecto. Un mes después, a ninguno de ellos se les ha apremiado para que pudiera materializarse un golpe de efecto con el que muchos sectores del partido soñaban y que formaba parte de numerosas conversaciones entre militantes en la región, bien personales o por redes sociales: ambicionaban convertir el debate de política general, el último de la Legislatura, en la presentación del nuevo líder regional del PP y previsible candidato en mayo de 2023. Y que lo hiciera con un programa de gobierno en la mano. Era un movimiento manifestado y anhelado durante semanas desde la perspectiva de que restaría a Andreu gran parte del espacio que este tipo de debates ofrece casi de manera natural a quien lo convoca. Centrar el interés en la alternativa, con rostro y programa, era la estrategia, fuera el que fuera el discurso de la presidenta.  

el debate. Andreu, sin embargo, subirá hoy y mañana al atril y podrá seguir su hoja de ruta sin más interferencias que los desencuentros habituales entre gobierno y oposición, todos ellos de guion previsible. A su intervención matinal de hoy, que centrará en la gestión de estos casi tres años de Gobierno, le seguirá una intensa sesión de réplicas y contrarréplicas, el jueves por la mañana, con todos los grupos parlamentarios.