"Veremos políticos hablando del mundo rural y no se hace nada"

Feli Agustín
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El reelegido presidente de ARAG-Asaja, Eduardo Pérez hoces, señlaa que la situación ha empeorado desde la manifestación de enero por lo que habrá nuevas movilizaciones

Eduardo Pérz Hoces, presidente de ARAG-Asaja. - Foto: Óscar Solorzano

Tras cuatro duros años al frente de la principal organización agraria de productores de La Rioja, en los que la pandemia y la guerra han marcado, y siguen condicionando, la economía mundial, Eduardo Pérez Hoces ha sido reelegido de forma abrumadora presidente de ARAG-Asaja, que cuenta con 54 técnicos trabajando en 11 sedes repartidas por la comunidad. El joven agricultor (1989) de Arenzana de Arriba presume de que el sindicato cuenta con más de 3.000 afiliados, una cifra que ha crecido durante su gestión, a pesar de la dolorosa sangría de labradores que sufre el campo.

Después de este periodo tan complejo, ¿cómo se atreve a seguir desempeñando esta responsabilidad?

Estos cuatro años han sido muy complicados. Ya veníamos de una situación difícil;de hecho las OPA (Organizaciones Profesionales Agrarias) ya barajábamos convocar movilizaciones como protesta a la situación del sector, a lo que se ha unido el covid, la invasión a Ucrania y la incertidumbre social, política y económica en el contexto mundial. La situación, en mayor o menor medida, ha empeorado en todos los sectores. ¿Otros cuatro años más? Bueno, esto no es un trabajo de uno, ni de dos ni de tres, somos 27 personas en la junta directiva, el equipo técnico y los socios que, aunque no están en los órganos de gobierno, nos ayudan y participan en las actividades que proponemos. Lo que queremos es recuperar cuanto antes la rentabilidad del campo y, sobre todo, apoyarnos en la ley de la cadena alimentaria [establece la obligatoriedad de formalizar el contrato por escrito en todas las operaciones comerciales, excepto a las inferiores a 1.000 euros], norma en la que insistimos que se aplique.

El martes se desplazó a Madrid para protestar por la subida de los costes energéticos. ¿Cómo están afectando a la actividad agraria?

La semana anterior nos manifestamos ante la sede de la Comisión Europea en Madrid, quejándonos del ninguneo con en el que se trata al sector. El pasado martes nos concentramos frente al Ministerio, no solo por los costes energéticos, sino también por la situación del lobo. Desgraciadamente, todos los costes se han disparado, los energéticos, los insumos, la mano de obra..., y esto no se ha repercutido de la misma manera en nuestros productos finales. Desgraciadamente, somos el único sector que no pone precio a sus productos, y las subidas no son proporcionales, con lo que estamos perdiendo rentabilidad.

El pasado mes de enero, el campo riojano asistió a una manifestación histórica en Logroño y ya avanza nuevas movilizaciones para el próximo. ¿No ha cambiado nada en un año?Efectivamente, fue una manifestación histórica, más de 3.000 personas, 400 tractores, la gente apoyándonos en la calle y desde los balcones, y desgraciadamente de las 10 u 11 reclamaciones que marcábamos, entre las que se encontraban la PAC, la fauna silvestre, la fiscalidad, los costes de producción o los seguros, no se ha cumplido ninguna. Más bien, las cosas han ido a peor, han subido los seguros agrarios, la PAC se ha complicado todavía más...La situación ha empeorado y ha de verse la fuerza y la unión del sector por lo que en enero habrá próximas movilizaciones.

La nueva PAC (Política Agraria Común) va a ser más verde. ¿Qué costes va a tener para el pequeño agricultor?

El principal problema es que cuenta con menor presupuesto, a lo que hay que añadir más complicaciones a la hora de sembrar, abonar, dar nuestras medicinas, esto es, los productos fitosanitarios que empleamos en nuestros cultivos. Estamos totalmente en contra de la radicalización porque esto se está gestionando con planteamientos ideológicos;más verde implica que va a repercutir en la rentabilidad del agricultor. El objetivo por el que se creó la PAC era la producción de abundantes alimentos, sanos y baratos, para que estén al alcance de todos los ciudadanos. Lo que se va a conseguir es todo lo contrario, vamos a producir menos alimentos y más caros. La gente va a recurrir a los alimentos más baratos que encuentre en el supermercado.

Provenientes de terceros países...

Así es. Son productos que entran de terceros países, a los que no se controla la trazabilidad de la producción respecto a riegos, abonos o materia laboral. Entran por nuestras fronteras mucho más baratos porque les sale más barato producirlos, mientras que tenemos que tirar los nuestros. La PAC que se iba a aplicar de 2021 a 2023 se ha encontrado con el covid o la guerra...; es una PAC totalmente en contra del mundo agrario.

Han sido muy críticos con el Gobierno riojano, al menos en dos aspectos, la fauna silvestre y el lobo. ¿Se van limando asperezas?

La consejera no dialoga con el sector, con ninguna de las tres OPA (ARAG-Asaja, UAGR y UPA); de hecho la última reunión fue en abril. Comprobamos como las decisiones de, tanto el Ministerio como la Consejería de Sostenibilidad, prevalen sobre los departamentos de agricultura;y, así, todas las decisiones que se toman en asuntos como la fauna silvestre, el lobo o la quema de restos agrícolas se realizan en contra del sector y sin contar con él. Vemos como Agricultura calla ante Transición Ecológico;reclamamos reuniones con la consejera [Eva Hita] sin conseguirlo.

¿Qué piensa de la proliferación de molinos eólicos y placas solares?

Estamos totalmente a favor de las energías renovables, que son el futuro, pero deben implantarse con un orden. No sé pueden colocar en parcelas con alto potencial agrícola, donde la Administración ha invertido importantes sumas para regadíos o concentraciones parcelaria. Se va a aprobar en breve una directiva para impedirlo, pero ahora el consejero de Transición Ecológica se está dando prisa en facilitar la viabilidad de ciertos parques antes de que la norma esté en vigor.

Ha citado la Ley de la Cadena, ¿qué expectativas tienen en ella?

Es nuestra salvación, nuestra principal herramienta y lo que salvaguardar la rentabilidad del sector. El problemas es que se aprobó la ley, se hizo la foto, pero los controles que se están llevando son irrisorios; el año pasado se hicieron 15, este año otros tantos, pero en cultivos minoritarios, no en la viña, que es nuestro cultivo estrella. Si somos 8.000 viticultores, y hacemos dos o tres contratos, ahí el volumen es alto. Si realmente se apostara por la ley, se hubiera creado una oficina con profesionales específicos solo para velar por su cumplimiento;no se ha apostado por la materialización efectiva de la Ley de la Cadena Alimentaria.

El Gobierno vasco advirtió el viernes de que presentará un recurso contra la decisión del Consejo Regulador de blindar la exclusividad de la vid de Rioja. ¿Cómo cree que afectará Viñedos de Álava a la Denominación?

Es publicidad negativa para el sector;Rioja va a cumplir de 100 años y lo bonito es la diferenciación, cada agricultor produce de una manera y cada bodega elabora a su estilo. Ya se han puesto en marcha herramientas para facilitar esa diferenciación, como viñedos singulares o de municipio. Abogamos por la unidad de Rioja y apostamos por remar todos en la misma dirección. Desgraciadamente, en un momento complicado para la venta de vinos, y ahí están los últimos datos, lo que hace es dificultar la comercialización y confundir al consumidor.

Las ventas no remontan, la gente joven no toma vino. ¿Cómo se atraen nuevos consumidores?

Se están haciendo muchas cosas promocionales en actividades donde participan los jóvenes, sobre todo con blancos, frescos, semidulces o aromáticos. De hecho, el blanco es el único vino que arroja crecimientos de dos dígitos.

La falta de jóvenes es, precisamente, uno de los males endémicos del campo. ¿Hay alguna manera de retenerlos?

Tiene que ver con la rentabilidad; si no es rentable no es atractivo para los jóvenes y, más si aún si cabe, si hay que resistir los ataques que sufrimos continuamente. Si eres ganadero y a tus ovejas las mata el lobo, te dan ganas de marcharte a Logroño a una fábrica. Para ser viables hay que ser grandes e implantarse es muy complicado porque hay que hacer una inversión muy fuerte.

¿Qué opinión le merece el banco de tierras que plantea el Gobierno?

Se basa en la tierra que no se cultiva;y la tierra que no se cultiva es porque no es atractiva para ello. Si son campos abandonados es porque no son buenos o, en tema de pastos, porque no ha habido las suficientes ayudas para mantenerlos.

¿Cree que a los políticos se les llena la boca con lo de luchar contra el reto demográfico y luego se queda todo en agua de borrajas?

Estamos cansados de ir a mesas sociales y de diálogo, como la de la ganadería y el lobo, la despoblación... y tantas otras, y van a pasar cuatro años de legislatura y no ha habido ninguna mediada real ni con la ganadería extensiva y el lobo o la despoblación. Es bien sencillo, si no apoyas a la agricultura y la ganadería, que somos quienes estamos en los pueblos y somos su principal motor económico, pues habrá menos agricultores, actividad y vida en los pueblos. En unos meses veremos a todos los políticos por los pueblos, haciéndose fotos, hablando mundo rural, pero realmente no se ha hecho nada.

Se ha detectado, particularmente en vendimia, la falta de mano de obra en el campo. ¿Cómo puede afectar a la agricultura?

Hay un gran problema de burocracia;hasta 20 documentos hay que hacer para contratar a un trabajador, más las condiciones del alojamiento que hay que proporcionar, mejores que nuestras casas. A ello se suman las inspecciones de trabajo continuas, acompañadas de la Guardia Civil, criminalizándonos. No creo que la Benemérita vaya a una empresa cuando se hacen inspecciones. A la gente esto le amarga y la actividad se mecaniza.

La DOP Peras de Rincón de Soto ha ganado el Premio Promecal al Mérito Empresarial. Su director general, Sixto Cabezón, dijo que las peras no eran de los perales, sino de los agricultores, que las cuidan. ¿Hay alguna frase más certera?

Todo lo que no se cuida se muere, y si no se le trata con el cariño como lo trata un agricultor o un ganadero no habrá ningún tipo de producción.