Las juguetería de La Rioja fían su suerte a los próximos dos días. «El 23 y el 24 suelen ser dos buenos días para las ventas, junto al 4 y 5 de enero», apunta Diana González de Garay, propietaria de la juguetería Juguettos de Logroño. Un negocio familiar en al que ella lleva "casi desde que nací» y del que habla con especial cariño ya que son varias las generaciones que han ocupado los mostradores de una de las jugueterías más famosas de ciudad de Logroño.
Las ventas se han ido animando durante esta semana, especialmente durante el pasado fin de semana,  después de un arranque «más tímido», del que suele habitual durante el primer fin de semana de consumo prenavideño: el puente de la Constitución que tradicionalmente es « cuando se empieza a vender de verdad», pero este año, la compra de juguetes ha sido mucho más floja. "

«No podemos hablar de cifras debemos esperar al final de la campaña», apunta González, «pero para hablar de un año bueno para nuestro sector nos estaríamos refiriendo a en torno a un 5% más de ventas que el año anterior y por ahora, no está siendo así», señala esta juguetera logroñesa.
«La cosa ha estado bastante parada», apunta Diana, «las familias llevan tiempo pasándolo mal, todo ha subido mucho: la luz, la cesta de la compra... etcétera, es normal que este año se planteen reducir el presupuesto en juguetes. Y eso que todo es relativo. «Hay familias que vienen y se gastan su buen dinero en juguetes para un solo niño y otras que tienen que economizar», asevera.

En todo caso, hay juguetes para todos los gustos. Se siguen vendiendo los más tradiciones como las cocinitas o las muñecas a los más modernos como los de la línea de Pokémon. El juguete que está causando furor este año son las 'Mascottas', unas peluches interactivos como perros diferentes razas cuyo precios oscila sobre desde los 30 a los 60 euros. «El año pasado tuvo mucho éxito la Mascotta en forma de ponny y eso que valía 90 euros». También se siguen comprando los juguetes educativos y en esto, Diana tiene su propia teoría: «Todos los juguetes son educativos, incluso los que, a veces, están señalados como sexistas como las muñecas o un kit de maquillaje, porque también desarrollan la empatía del niño o la niña, la importancia de cuidar o de verse bien consigo mismo».