Victoria Lafora

Victoria Lafora


Olona, en misa y repicando

12/06/2022

No lo debe tener muy claro la candidata de Vox en Andalucía cuando no deja el escaño en el Congreso. Cualquier resultado que no la lleve a ocupar la vicepresidencia de la Junta va a ser malo para ella y su formación. Tal vez por eso, Abascal se ha convertido en su sombra y no se atreve a matizar sus declaraciones de que las mujeres y los gays no pueden pasear tranquilos por el "peligro" de los inmigrantes ilegales. Como si a los dirigentes de la ultra derecha les importara un rábano el destino de los homosexuales.

Tras el triunfo del "pardillo", en política por supuesto, de Juan García Gallardo en Valladolid, Olona no puede conformarse con menos. Su candidatura causó sorpresa en las filas de la formación en Andalucía. Era una paracaidista enviada desde Madrid y empadronada por la puerta de atrás en Salobreña.

Conviene recordar que la imagen de Vox en Andalucía, en los últimos comicios, fue la exaltación de la masculinidad más rancia. Con un Abascal a caballo, despechugado, y remedando el eslogan de "vuelve el hombre". Como si alguna vez se hubiera ido y con el las tradiciones sagradas de los toros, las procesiones y la liturgia.

Por eso, no se entendió muy bien como en ese universo de exaltación varonil (no olvidemos que los votantes de Vox son casi todos hombres) se eligiera como candidata a una mujer, pese a su verbo encendido en la tribuna del Congreso.

Y es que Macarena Olona tiene mucho carácter. No es Juan Marín, al que va a echar de menos Moreno Bonilla si, al final, tiene que tragarse a la candidata de Vox como vicepresidenta. Y esto, a pesar de que las encuestas, a una semana de los comicios, alientan una tímida esperanza de que Ciudadanos no desaparezca del Hospital de las Cinco Llagas, sede del parlamento andaluz.

Mientras, el candidato socialista intenta no llorar en los mítines pidiendo el voto y teme que, además del desapego, el calor ahuyente a los votantes de los colegios electorales y estos vayan a ser precisamente los suyos.

Al final, Olona y sus votos van a marcar la línea política del nuevo PP; ya que Moreno puede optar por un repetición electoral o por tragarse sus palabras y aprender a convivir con esta abogada que no se lo va a poner nada fácil

De momento, y por si acaso, Olona en misa y repicando: no suelta su sillón en la Carrera se San Jerónimo pero encomienda su labor "a la Santísima Virgen del Rocío ¡Viva la Blanca Paloma!". Eso sí, sin asistir a la romería...