Cielos cubiertos, temperaturas invernales y la esperada lluvia descargando en pueblos y ciudades riojanas. Tras semanas con la vista puesta en las alturas, agricultores y ganaderos riojanos respiran con alivio por contar con la tan esperada lluvia. El otoño comenzaba más cálido de lo habitual, con una ausencia de precipitaciones que puso en jaque cultivos como el cereal y, especialmente, el de la colza. Afortunadamente, diciembre ha comenzado con lluvias que han dejado pasado por agua el 'macropuente' de la Constitución. Unas lluvias que, si bien han podido aguar la fiesta al turismo, son recibidas como 'agua de mayo' por el campo riojano. «Está lloviendo despacito y bien», asegura el presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR), Óscar Salazar, a la vez que señala que estás lluvias están siendo muy bien recibidas por el sector agrario y ganadero de la región. «Aunque no son del todo suficientes», recuerda, «necesitaríamos que estuviera lloviendo de esta manera unos 15 días de esta manera, para garantizar el buen desarrollo de la simiente recién plantada en cultivos de cereal y garantizar así la cosecha», apunta.

Y es que las precipitaciones están cayendo en La Rioja de manera continuada y eso ayuda a que la tierra consiga retener reservas en beneficio de cultivos como el viñedo y el almendro. Sin embargo, tal y como recuerda Salazar, han llegado tarde para otros cultivos como el de la colza, que se sembró en septiembre. «Hay poca colza que se haya podido salvar ante la ausencia de lluvias de octubre y noviembre», asegura, «muchos de esos cultivos tendrán que ser levantados en los próximos meses».  Para Salazar, es importante que la situación se mantenga durante las próximas semanas y, especialmente, en la siguiente primavera «cuando más falta hace la lluvia en el campo riojano».  

Para el secretario general de ARAG-ASAJA, Igor Fonseca, la lluvia de estos días son una auténtica bendición. «La estamos recibiendo de forma muy positiva tras seis meses de sequía. Hemos registrado hasta 50 litros por metro cuadrado en algunas zonas de La Rioja», asegura Fonseca, «esto está garantizando la germinación de la simiente». Así, los principales cultivos beneficiados son el de la cebada y el trigo, además de «cualquiera de secano como la viña, el almendro y la  oliva porque precisan del agua del cielo para su desarrollo así como los de secano porque no les viene nada mal el agua caída».