La desigualdad entre géneros se multiplica en la cola del paro

J.A.
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La tasa de desempleo actual es la mitad que hace una década; sin embargo, en 2012 había un 2% más de hombres sin trabajo que mujeres y ahora ellas son un 21,64% más

Una oficina de empleo, en una imagen de archivo. - Foto: Ingrid

El desempleo aumentó el pasado mes de noviembre en 203 personas en La Rioja. Actualmente, la comunidad suma un total de 14.251 riojanos sin trabajo, el 9,04% de la población activa. Las afiliaciones a la Seguridad Social se sitúan en 103.419 en noviembre de 2022.


Estas cifras nada tienen que ver con las de hace una década, cuando en la región había 27.520 parados, con un porcentaje del 18,08% de la población en edad de trabajar, justo el doble.


En ambos momentos había una crisis económica. Entonces, comenzaban a aparecer los ya famosos 'brotes verdes' en boca de los responsables políticos, tras el duro momento vivido con la caída de las bolsas, los grandes gigantes finacieros estadounidenses y el estallido de la burbuja inmobiliaria. Ahora, la crisis es diferente tras la pandemia de una enfermedad vírica desconocida, la COVID-19, y en el contexto de guerra en Ucrania que tanto está afectanto a la inflación, especialmente en alimentación.


La mejora en diez años en cifras globales, apenas se nota entre los desempleados extranjeros, con tasas similares. Si en noviembre de 2012 eran 6.280 desempleados (el 22,82% del total),  ahora son 2.732 (el 19,17% del total).

 

La brecha se decuplica.

Las cifras generales contrastan con la gran diferencia en la desocupación entre géneros. 

Si en 2012 había un 2% más de hombres sin trabajo que mujeres, 14.034 frente a 13.486, con una diferencia de 548 personas; actualmente, ellas son más, con 8.668 frente a 5.583 varones, lo que se traduce en una diferencia de 3.085 personas.


En porcentajes, las cifras son aún más llamativas. La diferencia entre las tasas masculina y femenina es del 21,64%. El desempleo de ellas es del 60,82% frente al 39,18% de los varones.
Así lo están denunciando los sindicatos en los últimos años. Uno de los principales motivos que, creen, puede justificar estos datos es la dificultad para la conciliación laboral y familiar, que «habitualmente» recae sobre las mujeres, indica UGT.

Sin embargo, también se observan datos positivos. «La brecha salarial ha disminuido a raíz de la subida del Salario Mínimo Interprofesional, con influencia por la negociación de los convenios colectivos y las Leyes de Igualdad».