Los hoteles reclaman más promoción tras un puente discreto

Feli Agustín
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El sector considera la ocupación aceptable los fines de semana y «desastrosa» los días intermedios, con una estancia media de dos días y un gasto contenido

Un grupo de turistas se dispone a visitar los monasterios de San Millán de la Cogolla. - Foto: Óscar Solorzano

«Empezamos el año con pandemia y lo cerramos con catarro». Así se expresa Demetrio Domínguez,  presidente de la Asociación Riojana de Hoteles, que realiza un balance discreto del «macropuente» de diciembre, y contradice así las optimistas previsiones del consejero de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, que aseguró que los establecimientos hoteleros de la región estaban prácticamente al 100% de ocupación en el puente festivo de la Constitución y la Inmaculada.

El recién reelegido presidente de una asociación integrada en la Federación de Empresas (FER) divide el puente en tres fases con diferente grado de presencia de visitantes. Califica como «bueno» el primer fin de semana, con una ocupación del 70% en el conjunto de la comunidad, cuyos hoteles registraron una cifras «desastrosas» entre semana, aunque en Logroño las cosas fueron «un poquito mejor».  El periodo vacacional  concluyó con cierta mejoría para alcanzar una ocupación del 80%.

«No se han cubierto, ni mucho menos, las expectativas del 100%  que el Gobierno avanzó», destaca Domínguez, que afirma que no se han alcanzado las cifras de 2019 e informa de que el reparto de viajeros ha beneficiado a la capital y a los municipios que cuentan con atractivos turísticos consolidados, como Arnedillo o Ezcaray. El perfil del visitante se ha ajustado a lo que es tradicional en esta comunidad, esto es, catalanes, madrileños y vascos.

«Le ha ido mucho mejor a Logroño que a los municipios limítrofes», afirma el hotelero, que estima que es momento de otorgar mayor importancia en la ponderación del valor a la rentabilidad, además de a la cifra de visitantes.

Número y gasto. El hotelero argumenta que esta variable ha de tenerse en cuenta en un contexto en el que los costes energéticos y de los productos para el empresario «no tienen nada que ver» con tiempos pretéritos, como tampoco lo es el gasto de los viajeros, que está «más contenido».

Domínguez informa de que estas circunstancias están influyendo en el tiempo medio de estancia, que  se está reduciendo para quedar fijado en dos días «y no cuatro o cinco días como preveía el Gobierno».

Sobre esta base, el presidente de los hoteleros apela a que el Ejecutivo insista en «promoción, promoción y promoción» de todos los productos turísticos, históricos, naturales o gastronómicos de La Rioja para alargar la estancia, en particular durante los puentes.

Domínguez apunta que el sector ya vaticinaba estas cifras, «los puentes ideales para La Rioja son de cuatro días;cuando son más largos, la gente se va a otros destinos», y apuesta porque la promoción no solo debe enfocarse fuera de las fronteras de la comunidad, sino también en el mercado doméstico. 

«Se podría diseñar para que los de Haro vayan a Arnedo a comprar zapatos o que los de Alfaro se desplacen al Mercado del Camino de Santo Domingo; hay que compaginarnos en toda La Rioja», recomienda el empresario, que no es más optimista de cara a Navidad.