La novia del padre de Carolina dice que Adriana la acosaba

El Día
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Asegura en el juicio que la madre de la niña y acusada de su asesinato la insultaba y la seguía con el coche por Haro, lo que le provocó "mucho, ansiedad y nerviosismo"

Un policía le quita las esposas a la acusada, en la primera jornada del juicio. - Foto: Ingrid

La novia del padre de Carolina, la niña de 5 años asesinada en un hotel de Logroño en enero de 2020, ha declarado este miércoles en el juicio que la madre de la menor, Adriana U., presunta autora del asesinato, "continuamente" la acosaba, insultaba y seguía con el coche por Haro, lo que le provocó "mucho, ansiedad y nerviosismo".

Esta chica ha testificado a propuesta de la acusación particular durante la tercera sesión del juicio con tribunal popular que se celebrada en Audiencia Provincial de Logroño y que se prevé que se prolongue hasta el próximo 17 de febrero.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientas que la defensa sostiene que la autora de la muerte fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro, informa Efe.

En su declaración, la pareja del padre de Carolina ha constatado la "tormentosa relación" que ambos tenían con la acusada por el comportamiento de esta.

Ha explicado que ella inició una relación con el padre de Carolina meses después de que rompiera con la madre de la pequeña y ha puntualizado que "nunca" convivió con su novio en el piso familiar que tenían los padres de la niña en la localidad riojana de Haro.

Esta testigo ha relatado, muy nerviosa, que la acusada solía esperarle en la puerta de su casa y de su trabajo, donde aguardaba con su coche, pitaba y la seguía después por las calles, lo que le provocaba "mucho miedo, angustia y ansiedad", porque ella acababa de sacarse el carné de conducir.

Ha añadido que la presunta parricida también le insultaba por la calle e insinuaba que consumía drogas en las redes sociales y en sus estados de la aplicación "WhatsApp".

Un día, ha relatado, se encontró su coche rayado "de arriba a abajo" en una zona en la que solía encontrarse la acusada, presentó una denuncia, pero se archivó, porque no se pudo demostrar que fuese ella la autora de los desperfectos.

También ha explicado que, cuando ya vivía con Carolina y su padre en una nueva vivienda propiedad de ambos, solía peinar a la niña con coletas, que la procesada después deshacía en la fila del patio antes de entrar al colegio, donde iba cada mañana a ver a la pequeña cuando llevaba a sus sobrinos.

La niña tenía una enfermedad autoinmune, denominada neutropenia, pero su madre había contado por Haro que padecía leucemia, por lo que los conocidos solían preguntar preocupados por su estado de salud, ha indicado la novia del padre de Carolina.

En la vista también han declarado como testigos el director y varios empleados del céntrico hotel de Logroño en el que encontraron el cuerpo sin vida de Carolina el 27 de enero de 2020.

Han explicado que, a nombre de la acusada, se hizo a través de una aplicación una reserva para tres personas y dos noches desde el sábado 25 de enero 2020, pero no se alojaron hasta el domingo 26, a primera hora de la mañana.

La recepcionista del hotel ha detallado que el lunes 27, sobre las 8:00 horas, vio salir a la acusada a la calle con una pequeña bolsa; como no tenía "muy buen aspecto" y estaba "despeinada", la siguió hasta la calle y comprobó que se dirigía hacia Siervas de Jesús, para regresar una hora después y volver a su habitación.

Sobre las 9:00 horas, recibió una llamada en la recepción de un vecino del edificio situado junto al hotel, quien alertó de que había una persona asomada a una habitación de la cuarta planta con las piernas fuera y que se quería tirar.

La empleada se asomó al patio interior y no vio nada. Llamaron a la habitación 404, pero no respondían al teléfono ni a la puerta, que estaba cerrada por dentro; y, media hora después, el vecino volvió a llamar porque la huésped estaba otra vez en la ventana y entonces avisaron a la Policía Nacional.

Cuando el director del hotel llegó esa mañana, acompañó a los agentes hasta la habitación, donde consiguieron abrir la puerta para que entrasen los policías, pero él se quedó en el pasillo y después proporcionó todas las grabaciones de las cámaras de seguridad.

El juicio continuará mañana con la declaración de la médico de cabecera de la acusada, cuatro agentes de la Guardia Civil y dos policías nacionales.