La Rioja es una de las comunidades autónomas donde menos aumentó la contratación temporal en 2021, un 15 %, con 136.892 contratos de duración determinada, frente al 20 % de incremento nacional, según un estudio de la empresa de recursos humanos Randstad.

En el conjunto del país, la contratación de duración determinada registró un incremento del 20 %, con 17.271.018 contratos temporales. A pesar del notable incremento, este volumen es aún un 15 % inferior al registrado en 2019, antes del estallido de la pandemia.

Por sectores, el de servicios ha registrado el incremento más notable de este último año en la contratación temporal, con un aumento del 28,6 %, siendo además el que cuenta con mayor volumen de firmas, con cerca de 11,4 millones. A este sector pertenecen dos de cada tres contratos temporales que se firmaron en 2021.

La industria también experimentó un crecimiento importante, del 19,6 %, mientras que la agricultura solo creció una décima con respecto a 2020 y la construcción menguó un 1,1 %.

El director de Randstad Research, Valentín Bote, asegura que las cifras revelan la importancia que la contratación de duración determinada tiene, "no solo para generar empleo, sino también para dar manera eficaz a picos de demanda a sectores importantes".

Las actividades económicas que más contratos temporales han generado durante este 2021 han sido la agricultura y pesca (2.786.975 firmas), la hostelería (2.473.074), la industria manufacturera (2.016.759) y el comercio (1.745.345). La suma de estos cuatro supone el 52 % del total de contratos de duración determinada que se firmaron el pasado año.

También por encima del millón de contratos temporales se encuentran las actividades administrativas y auxiliares (1.600.667), la logística (1.362.627) y el sector sanitario (1.166.364).

El estudio indica que la contratación temporal se ha visto influenciada por la situación epidemiológica, de manera que, según cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de asalariados temporales en el promedio del periodo entre enero y septiembre creció un 7,5 % con respecto a los mismos meses de 2020.

En los primeros meses de año, la cifra de contratos temporales se mantuvo alrededor de los 1,2 millones de firmas, para empezar a crecer a partir del segundo trimestre, con la excepción de agosto que, por culpa del aumento de caso y el parón de la actividad en determinados sectores, el volumen cayó por debajo de los 1,3 millones.

La recta final del año supone los niveles más altos de contratación temporal, alrededor de los 1,7 millones de firmas, aunque, ya en diciembre, el volumen se contrajo, afectado por el comienzo de la ola actual