La Rioja marca su hora

M. A. G-S.
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José Luis Tomás, que defiende la relojería como un arte, nos informa de sus 10 Lugares preferidos

José Luis Tomás San Román, en su tienda logroñesa. - Foto: Óscar Solorzano

José Luis Tomás San Román (Villamediana, 1965) lleva más de tres décadas poniendo en hora los relojes de La Rioja. Ni clépsidras ni relojes de arena, los suyo son los de torre. Para él la relojería es un «arte» al que se dedica con devoción. Su preferido es el de la Iglesia de Santo Tomás, en Haro, «el más grande», pero asume que el más simbólico «es el del Espolón, por la sirena».  Además de subirse a todas las torres de La Rioja y de las localidades limítrofes, tiene un museo propio además de dar forma puntualmente a su pasión en San Román Sonería Monumental.

 

Estos son sus 10 Lugares preferidos de La Rioja:

 

1. Villamediana. Es villametrense pero le duele «el desastre que han hecho en mi pueblo». El Villamediana que él recuerda es de las fiestas «de SanIsidro y Santa Eufemia, las bodegas, los chamizos, etc.». Ahora sube poco «porque no comulgo con lo que han hecho» pero a Villamediana sigue acercándose a «ver a mi madre».

2. Quel. Su familia paterna procede de la localidad queleña de la que era oriundo Bretón de los Herreros. Sus recuerdos queleños están ligados «a la churrería que tenían mis tíos, a los encierros y sobre todo al paniqueso». Por eso, de todos los lugares que ofrece la localidad, él se queda no con la Peña sino con «la Ermita de la Transfiguración del Señor». «Mi padre (Ildefonso) donó una talla a la ermita», informa.

3.Casco Antiguo. Aunque su tienda en Club Deportivo marca bien la hora, el reloj de la gran mayoría de ciudades se paró el pasado 14 de marzo, con el estado de alarma. Añora «el bullicio» del casco urbano. Es de «Laurel» pero también de «San Juan», de todas sus calles y de las cuatro iglesias históricas de la capital de todos: La Redonda, San Bartolomé, Santiago y Palacios. Se queda con esta última: «Por su reloj de forja, su aguja, sus campanones». «La Redonda también me gusta, pero me recuerda a Santo Domingo», se justifica.

4.Enciso. «Mi familia política es de este pueblo», informa. Del enclave de las icnitas tiene también un grato recuerdo profesional porque«construí el reloj del ayuntamiento y, que yo sepa, todavía funciona». Aparcando la broma, explica que se trata de un gracioso artefacto «en el que un dinosaurio sale por una puerta, entra por la otra y hay una reproducción de huellas». 

5.Larriba. Ubicada a 1.217 metros es una de las aldeas cameranas con más encanto. Ahora que han asfaltado su acceso, es un buen destino de fin de semana. «Es un pueblo desconocido, del que se decía en su día que era el más alto de La Rioja», principia. «Llevo años sin ir pero seguimos manteniendo relación con él. De hecho tengo una prima que tiene su segunda residencia, ha pasado toda la pandemia ahí y está encantada», agrega.

6.Monasterio de Yuso. El complejo monástico no necesita mayor explicación. De los dos monasterios, él se queda con el más señorial, el de abajo. «Por su torre, por las vistas, por la sensación de que subes y puedes tocar hasta el San Lorenzo», se emociona.

7.San Vicente. La localidad sonserrana no necesita presentación alguna. Es uno de los pueblos más bonitos de La Rioja que se yergue sobre un mar de viñas. Pero dominando todo el panorama, a espaldas de las montañas y sobre el Ebro se erige la Torre del Reloj, donde José Luis Tomás San Román tuvo durante siete años «un museo de relojes». «Se da la particularidad que el segundo reloj más grande de La Rioja», informa, «se encuentra aquí». «Es casi tan grande como el de la Iglesia de San Tomás de Haro», agrega.

8.Santo Domingo de la Calzada. Ha visto cumplido en la Compostela riojana el sueño de su vida: «Tener un museo de relojes y dedicarlo a la memoria de Manolo Rodó». Él fue su mentor y durante las próximas décadas la localidad calceatense disfrutará de los fondos museísticos de este relojero.Además, Santos Domingo puede presumir «de una torre exenta», una excentricidad a efectos riojanos.

9.Ermita de Lomos de Orios. La ermita está enclavada en uno de los parajes naturales más espectaculares de La Rioja, a los pies del Parque Natural de Cebollera y a manos de uno de los pueblos más bonitos de la región: Villoslada. Pero además, en dicha ermita acometió uno de sus primeros encargos profesionales, «hace más de treinta años». La reparación del reloj de Lomos de Orios fue uno de sus primeros retos y «eso nunca se olvida».

10.Sajazarra.  «Su conjunto artístico, con su castillo (de los dueños de la Coca Cola), sus casas, sus vides, etc.» convierte a Sajazarra en uno de los tesoros más preciados de La Rioja. Entre sus calles, se siente a gusto, aunque los relojes no marquen su hora.