La crisis del 'nueve'

Diego Izco (SPC)
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El bajo momento de Benzema reabre el debate sobre la necesidad de un delantero centro en el Madrid

El francés, con Gavi al fondo, persigue un balón en el último clásico - Foto: Europa Press

En un cuento de 'El Negro' Fontanarrosa, al viejo entrenador le preguntan por las cinco características que él más valora «en un centrofóbal» -un vocablo ya en desuso que proviene de la voz inglesa 'center forward', algo así como 'atacante central'-. «Me sobran cuatro», responde. «Que golee. Con eso me basta».  

La evolución del fútbol ha convertido a los laterales en carrileros, ha dotado de nuevas funciones a centrocampistas (los hay pivotes, mediocentros, mediapuntas o 'stoppers'), casi no hablamos ya de extremos… pero el 'nueve' sigue siendo el 'nueve'. Puede fijar centrales como nadie, tirar desmarques con un instinto irreprochable, trabajar a destajo en un 'bloque alto de presión sobre salida de adversario', asociarse, pivotar, bajar bolas, pescar segundas jugadas, caer a banda y 1.000 cosas más. Pero lo que pensaba el viejo entrenador es lo que piensa hoy la gran base de un madridismo que empieza a deprimirse: el 'nueve' debe golear. 

Históricos

El Real Madrid ha tenido a Santillana y a Hugo, al 'Buitre' y a Ronaldo, Puskás, Raúl, Suker, Zamorano o Morientes, y goleadores brutales como Cristiano Ronaldo, Di Stéfano o Gento. Hay mucha historia, muchos estallidos de euforia detrás de esos nombres. Hoy la zamarra con el '9' pertenece a Karim Benzema, una leyenda blanca que está jugando su 14ª temporada en el club, que es el segundo realizador histórico (tras los 450 goles que selló Ronaldo, el portugués) con 342 tantos… y que a sus 35 años da síntomas de que ya firmó sus mejores duelos y cifras en Madrid. 

La crisis del 'nueve' es una canción que lleva sonando desde hace unos años en el Santiago Bernabéu. La retrospectiva nos llevaría al verano de 2009, cuando Cristiano Ronaldo aterriza y posa con el '9' (el '7' aún pertenecía a Raúl González, que al verano siguiente firmaría con el Schalke). El mayor 'depredador' de la historia merengue, que dejó 1,03 dianas por choque, mezcla en ataque con dos muchachos de 22 años: por un lado el preferido de Pellegrini -entrenador del equipo en la 09/10-, Higuaín; por el otro, Benzema. Veintisiete goles del primero, ocho del segundo.  

Al año siguiente, Mourinho da un giro de timón. El francés disputa más minutos (y marca más tantos, 15 a 10, en su pugna con el 'Pipita'), pero va alejándose de la portería. Y 'Mou' dejó en la sala de prensa aquello de: «si no está el perro (Higuaín) tendré que cazar con el gato (Benzema)». Y apenas un mes después, el Madrid se trajo cedido del Manchester City a Emmanuel Adebayor. A ojos de Mourinho, al bloque le faltaba claramente un 'nueve', igual que Carlo Ancelotti, que en su segundo curso en la capital de España (14/15) exigió un conocedor del oficio y el último día de mercado logró la cesión de 'Chicharito' Hernández. 

Ambos técnicos tuvieron en la cantera a chavales como Morata, Joselu, De Tomás, Mariano o Borja Mayoral. La alternativa solo fue efectiva en el caso del primero, vendido a la Juventus por 20 millones de euros y recomprado dos años después por 30. 

Sale Cristiano

Cuando Cristiano decide aceptar la oferta de la 'Vecchia Signora', el debate sobre la ausencia de un delantero arrecia con más fuerza que nunca. Pero la reacción de la dirección deportiva del club no ha sido pareja a las expectativas de la afición: los refuerzos ofensivos de la 18/19 fueron Vinícius y Mariano (comprado al Lyon, adonde se vendió por ocho millones, por 22); los de la 19/20, Hazard (115 millones), Rodrygo (45) y Jovic (63). El del serbio fue el último intento que se hizo por un 'nueve'. Jovic venía de marcar 27 goles en 48 partidos con el Eintracht… pero fracasó estrepitosamente: dejó apenas tres tantos y cinco asistencias en 51 encuentros disputados. Entre 2020 y 2023 la entidad de Chamartín no hizo ningún fichaje ofensivo.

Con Benzema en el disparadero, arrecian listas y listas de nombres: de Haaland a Mbappé como proyectos casi utópicos a dos o tres años vista, 'nueves' más puros como Harry Kane o Vlahovic, o incluso una apuesta de futuro por dos de los jóvenes con más proyección del mundo: Victor Osimhen (Nápoles) o Gonçalo Ramos (Benfica).