El centro del envase aspira a ser referente y atraer empresas

Feli Agustín
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El edificio, «puntero y vanguardista», supondrá una inversión de 12 millones y creará empleo de «calidad» vinculado a la I+D. Pretende dar soluciones a los retos que plantea el sector y dar respuesta a las exigencias de clientes y consumidores

Concha Andreu presenta el Centro Nacional de Tecnologías del Envase. - Foto: Óscar Solorzano

Con 90 empresas, más de 3.300 empleos, una facturación superior a los 854 millones de euros y el 12% del valor de la industria riojana, el potente sector del envase y embalaje riojano y toda su cadena de valor, donde además del sector agroalimentario, figuran calzado o automoción, contará con un centro que pretende posicionar a esta importante área de la economía riojana como referente europeo.

La presidenta del Gobierno, Concha Andreu, presentó ayer en el teatro Ideal de Calahorra la propuesta arquitectónica del Centro Nacional de Tecnologías del Envase, que se ubicará en el polígono El Recuenco de la localidad, y que será el corazón de la Ciudad del Envase y el Embalaje, uno de los cuatro proyectos de transformación de la comunidad.

La propuesta arquitectónica «puntera y vanguardista» de la UTE catalano-gallega Sog Design y vi17 Arquitectura ha sido la ganadora del concurso de ideas con un proyecto que  cuenta con un presupuesto estimado de 12 millones de euros de los 40 millones que destinarán, a partes iguales, los gobiernos de España y La Rioja hasta 2027 a la Ciudad del Envase y el Embalaje.

«Es una cifra sin precedentes», resaltó Andreu que, en presencia de alcaldes de la Ribera y empresarios, destacó que la voluntad del Centro es convertirse en «referente» nacional y europeo, al tiempo que favorecerá la creación de empleo de calidad vinculado al sector tecnológico.

La presidenta destacó que dispondrá de espacios para la innovación, el desarrollo, la investigación y la industrialización para  que las soluciones que se vayan desarrollando puedan responder con garantías a los requerimientos del sector. «Se trabajará para que puedan disponer de envases adecuados a las necesidades y exigencias tanto de empresas clientes como de consumidores finales», señaló la jefa del Ejecutivo, que puso como ejemplo envases que sean capaces de informar sobre la trazabilidad del producto o su perfecta conservación.

«La investigación, el desarrollo y la industrialización que se van a llevar a cabo en el centro modernizarán el sector e impulsarán su competitividad, lo que redundará en  ventajas para su cadena de valor», afirmó Concha Andreu.

La delegada del Gobierno, Beatriz Arraiz, resaltó la importancia del proyecto para el Gobierno de España, ejemplificada en la cooperación de cuatro ministerios, Industria, Agricultura, Ciencia y Tecnología y Transición Ecológica, que ya han transferido a la comunidad cuatro millones para poner en marcha el proyecto. «Permitirá la transformación de toda la cadena de valor», considera Arraiz, que apuntó  que se posicionará como un referente en sostenibilidad y digitalización, alineado con los objetivos del Pacto Verde Europeo.

Elisa Garrido, alcaldesa de Calahorra, destacó que el Centro se ubicará en el valle del Ebro, «por donde ha entrado la modernidad en España desde la prehistoria» y el valor  del proyecto Ciudad del Envase y el Embalaje, que refuerza el carácter industrial de una ciudad que siempre ha albergado un potente sector conservero. Confía en que el Centro sirva para acoger a empresas que necesitan ampliarse y seguir creciendo.  «Hoy empieza el futuro; hoy conocemos el boceto del futuro de esta ciudad y de Calahorra», concluyó Garrido.

Un edificio modular. El Centro Nacional de Tecnologías del Envase se ubicará en una parcela de 94.054 metros cuadrados en el polígono El Recuenco de Calahorra sobre un proyecto que han diseñado dos estudios arquitectónicos de Cataluña y Galicia, Sog Design y vi17 Arquitectura, dos de cuyos responsables Diego Díaz y Gustavo Figueira dieron detalles de un edificio de 8.000 metros cuadrados, donde se ubicarán espacios de trabajo y abiertos.

La propuesta ganadora, por la que los autores recibirán 20.000 euros y el derecho a la redacción y ejecución de la obra, parte del concepto de un envase que se transforma en módulo constructivo «simple», un elemento prefabricado y replicable, lo que permitirá, incidió Díaz ampliarlo, incluso construyendo una estructura similar.

En la planta baja se ubicarán dos de los espacios principales que componen el Centro del Envase, el centro de I+D y la planta de industrialización y prototipado;mientras que la tercera área, el hub de innovación, se instalará en la siguiente altura, donde también se encontrarán las zonas administrativas o espacios para reuniones.

Consta de un patio central de forma circular, que lo atraviesa de manera transversal, que introduce luz y vegetación y lo conecta con la naturaleza y paisajismo que lo circunda. «Hemos decidido ubicar todo en un único edificio para que sea más eficiente», comentó el arquitecto, que afirmó que han tenido en cuenta que se trata de un inmueble que ha de responder a un objetivo industrial, a la par que se ha pretendido dotarle de elementos de modernidad y elegancia. Se prevé un pabellón desmontable con fin divulgativo para que pueda trasladarse a otros puntos de la geografía para explicar el trabajo del Centro.

Su compañero Gustavo Figueiro ofreció detalles sobre las soluciones de sostenibilidad para el edificio, que se construirá, en todo lo que es posible, con madera. Las cubiertas se cubrirán con placas solares con el fin de que el edificio sea autosuficiente energéticamente,  utilizará la geotermia para proporcionar calor en invierno a unas instalaciones que aspira a ser hídricamente autosuficiente con el aprovechamiento del agua de lluvia.