El nuevo servicio de cirugía ambulatoria (CMA) pediátrica del Hospital San Pedro ha practicado desde que se puso en marcha hace poco más de un mes una treintena de intervenciones, que han evitado el ingreso de los menores en el centro hospitalario el día previo a la intervención quirúrgica y el posterior hasta recibir el alta, uno de los principales objetivos planteados para la puesta en marcha de esta unidad en pediatría.
El CMA pediátrico se encuentra habilitado dentro del módulo de pediatría del San Pedro. El proyecto se ideó hace años, pero no se concretó hasta octubre del año pasado, momento en el que se comenzó a trabajar para ponerlo en marcha a principios de este año. En la actualidad hay habilitados cinco puestos, cuatro de ellos instalados para atender a los pacientes de entre uno y 14 años que tengan que ser intervenidos y otro para realizar las curas que se requieran tras la cirugía.
El procedimiento que se sigue para intervenir a los niños que precisen este tipo de cirugía está muy medido y coordinado, y los protocolos que se han establecido son muy estrictos porque lo que buscan es garantizar la seguridad del paciente, explica el pediatra integrante del equipo de trabajo de esta unidad, Ignacio García Muga.
Antes de ponerse en marcha este servicio, los niños tenían que ingresar el día anterior a la intervención quirúrgica, que en la mayor parte de los casos solían ser procedimientos ambulatorios. En la actualidad, el ingreso se efectúa el mismo día, en la sala CMA de pediatría, desde donde se traslada al paciente al quirófano. Una vez superada la reanimación postoperatoria, regresan a esta unidad donde son atendidos por personal de pediatría. Si no hay ningún contratiempo y se cumplen los protocolos médicos establecidos, los pacientes recibirán el alta el mismo día. Si, por el contrario, se produce algún contratiempo, permanecerán ingresados.
«Ganamos calidad asistencial, seguridad para el paciente y humanizamos los cuidados», asevera García Muga. Para este pediatra, lo primordial es garantizar la seguridad del menor, que está supervisado por personal de pediatría desde el momento en que entra en la unidad pediátrica de cirugía ambulatoria. También, que los niños y sus progenitores pasen el tiempo indispensable en el centro hospitalario. En este sentido, se refiere a determinadas intervenciones, como las ambulatorias, que permiten al paciente irse a su casa el mismo día de la operación. «Antes podían estar ingresados hasta tres días para procesos que eran ambulatorios», recuerda este sanitario, que sostiene que «el hospital no deja de ser un sitio hostil». «El objetivo prioritario es conseguir que los niños vengan tranquilos, seguros y se vayan el mismo día con plenas garantías», insiste.
El nuevo CMA de pediatría está integrado y coordinado por un grupo multidisciplinar de profesionales sanitarios, entre los que se encuentran un equipo quirúrgico de especialistas, anestesistas, pediatras y personal de enfermería.
Las especialidades que más intervenciones han realizado son oftalmología, urología, traumatología y otorrinolaringología. Aunque la cirugía que se practica va en función de la patología del paciente, las operaciones más habituales que se han efectuado están relacionadas con sondajes por obstrucción de la vía lagrimal, estrabismo, ciruncisión, problemas testiculares, dedos en resorte, retirada de material quirúrgico, adenoides (vegetaciones) o el pabellón auricular.
Para García, sería deseable que otros procedimientos médicos invasivos que se practican a los niños, como endoscopias o colonoscopias, que requieren de anestesia general, también puedan derivarse a esta unidad en el futuro.