El comercio riojano ve "muy precipitado" la entrada en vigor de las nuevas medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno de España y entiende que son "una imposición" porque "no se han consensuado con el sector".

En este sentido se ha pronunciado este miércoles a Efe la secretaria de la FER-Comercio, Adelaida Alútiz, en el primer día de entrada en vigor de las nuevas medidas.

Las obligaciones más importantes que recoge la norma y que más afectarán a los autónomos con locales abiertos de cara al público son limitar a 27 grados el uso del aire acondicionado en verano y a 19 grados la calefacción en invierno, así como el apagado durante la noche de la iluminación de edificios públicos y escaparates.

Al igual que ha hecho la patronal hostelera, FER-Comercio ha facilitado a todos los establecimientos el cartel que, conforme a lo establecido en la normativa, indica que el local está adaptado y aplica las normas de eficacia de consumo energético y que deberá permanecer visible al público en cada local.

Alúztiz ha precisado que la casuística del comercio es muy variada y la normativa de temperatura no debiera ser la misma para todos y debiera de haberse consensuado con el sector, antes de su aprobación, atendiendo a la realidad del sector.

A este respecto, ha puesto como ejemplo el caso de las floristerías, que tienen a la venta plantas que requieren de una determinada temperatura, o las carnicerías y pescaderías, entre otros.

El comercio textil también ve con preocupación la forma de implantación de esas medidas, en pleno mes de agosto, en temporada de rebajas y con altas temperaturas, ha indicado.

"¿A quién le apetece con este calor probarse una prenda a una temperatura de 27 grados?", se ha preguntado, al tiempo que ha lamentado el apagado de las luces de los escaparates a las 22 horas cuando "una de las mayores ventas de los negocios provienen del género de los escaparates".

La mayor parte de los comercios, como también han detallado los hosteleros, tienen establecido en sistema de luminarias de bajo consumo para ahorrar en los costes de sus facturas de energía y, aunque no dudan en aplicar la normativa, inciden que ha sido una "precipitación", ha recalcado Alútiz.

También ha subrayado que hay comercios que no tienen la misma capacidad económica que otros para adaptar sus instalaciones a las nuevas medidas y que debiera de haberse establecido un marco de diálogo antes de su aprobación.