Conducir a los 17 años ya es posible en algunos países europeos, pero ¿sería bien recibido en España? Ahora que Bruselas quiere adelantar la edad para sacarse el carné de conducir para automóviles y camiones, el debate está abierto. La propuesta de la Comisión Europea establece ciertas reglas: los jóvenes deberán ir al volante acompañados de un conductor, de más de 25 años y con cinco de permiso, hasta cumplir los 18, y tolerancia cero con el alcohol durante dos años.

Los datos constatan que se está retrasando la edad en la que los españoles se sacan el permiso. El pasado año, la Dirección General de Tráfico (DGT) tramitó 278.570 carnés de clase B (turismos y furgonetas) a personas de entre 18 y 20 años de los 594.960 expedidos. Además, de las 5.129 licencias C1 (vehículos de 3.500 a 7.500 kilos como máximo), 95 fueron dirigidas a esa franja de edad; y de las 34.346 de la clase C (para camiones sin límites de peso), se contabilizaron 33.

Ante estas cifras, la Unión Europea ha remitido su propuesta de modificación de la directiva de permisos de conducción a los países, uno de cuyos objetivos principales es la promoción de la seguridad vial entre los más jóvenes, pero también hacer más atractivo para ellos el transporte de mercancías.

Según la subdirectora de formación de la DGT, María José Aparicio, ir al volante acompañado otorga una experiencia previa en el momento de conducir solo.

El director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre, Jesús Monclús, considera que si un novel de 18 años puede salir a la carretera casi sin restricciones tras un período de aprendizaje, «un acceso más progresivo, con mayor número de kilómetros de experiencia y acompañado por un tutor responsable, debería ser una buena idea».

La fundación propone que los acompañantes asistan a algún tipo de seminario que permita validar su idoneidad para ejercer adecuadamente un papel tan importante.

Responsabilidad

Desde la Fundación RACE, su portavoz de movilidad y seguridad vial, Nuria Alonso, se muestra «satisfecha» con una medida que «va a aportar», puesto que implica hacerles partícipes de la responsabilidad de circular con un vehículo.

 Si la medida funciona en otros países también puede hacerlo aquí, opina la presidenta de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal, Mar Cogollos, que pide una «formación presencial completa», en la que se trabaje no solo la parte reglamentaria, sino también las actitudes, la percepción del riesgo, para que entiendan lo que se juegan ellos y los demás.