No hay aún fumata blanca, pero la dirección de Génova ultima una solución para poner ya sobre la mesa el nombre de la persona que sustituirá a José Ignacio Ceniceros en la presidencia del Partido Popular de La Rioja, consciente de que el calendario preelectoral apremia. Esa decisión se tomará, previsiblemente, antes de que transcurran dos semanas y todo apunta a que no será en un congreso regional. O al menos esa es a día de hoy la opción preferida para la ejecutiva nacional, que se decanta por designar directamente al nuevo líder de los populares riojanos, sin promover una cita congresual para elegir entre los precandidatos, una fórmula por la que se optó en 2017 y que abrió una brecha casi irreconciliable entre los adeptos de Cuca Gamarra y los de José Ignacio Ceniceros.

Con dos nombres de salida, los de los diputados regionales y exconsejeros Alfonso Domínguez y Alberto Bretón, que se postularon ya hace meses como precandidatos, y el de Carlos Cuevas, también con escaño en el antiguo convento de La Merced y igualmente con experiencia en el Ejecutivo riojano, a quien se ha colocado en las quinielas tras su pronunciamiento público en favor de una solución de consenso, la elección se complica aún más con la irrupción de Gonzalo Capellán en el tablero. Aunque en fuentes del partido nadie da nada por sentado, la posible entrada de Capellán en la carrera por la presidencia del PP riojano no parece una mera especulación ni un rumor. «Le han tocado [desde la dirección nacional] para que sea candidato», comenta un miembro del partido, que cree que uno de los escollos con los que se estará encontrando Génova es la manera de justificar «un dedazo» frente a la alternativa de votar en un congreso regional.

El nombre de Gonzalo Capellán venía sonando con fuerza en los mentideros políticos ya desde hace ya algún tiempo, pero, además, el catedrático y exconsejero jarrero ha participado en reuniones con miembros de la cúpula del partido en Madrid. Capellán tiene plaza de catedrático de Historia en la Universidad de La Rioja (UR), y fue consejero de Educación del Gobierno de La Rioja de 2011 a 2014, una responsabilidad que dejó para trasladarse a Londres, donde ejerció como consejero de Educación de España en Reino Unido e Irlanda, durante el mandato del ministro José Ignacio Wert. Fuentes oficiosas en el seno del Partido Popular riojano apuntan, sin embargo, que no hay, a día de hoy, un candidato claro y que el hermetismo es total.

Con La Rioja junto a Asturias como únicas comunidades donde el Partido Popular no ha encarrilado todavía la procesos de designación de presidentes autonómicos, no son aisladas las voces que reprochan a la dirección nacional no haber tomado aún una decisión, tras medio año desde que se constituyó, con Alberto Núñez Feijóo al mando y la riojana Cuca Gamarra como número dos. La alternativa del congreso no es desdeñada por todos. Desde la candidatura de Alberto Bretón se ha pedido su convocatoria en varias ocasiones. Los estatutos apuntan a la celebración de estos cónclaves cada cuatro años, y el último fue el 1 de abril de 2017, aunque es verdad que establecen excepciones para alterar esa periodicidad por cuestiones de índole electoral.

¿Y la mediación?

Esas mismas opiniones críticas echan en falta la pretendida labor de mediación de Madrid para tratar de encontrar una solución de consenso y huir de luchas intestinas que salgan caras en las elecciones, como ocurrió tras el congreso regional de 2017. Sí ha habido, por parte de la cúpula nacional, tanteos por separado con los dos precandidatos que se postularon desde un principio para aspirar al liderazgo en la calle Duquesa de la Victoria, Domínguez y Bretón, y también con Cuevas, a quien sin presentarse como tal, se incluyó en la terna de posibles aspirantes a tomar el testigo de Ceniceros... hasta que el nombre de Capellán ha entrado en escena. Con Domínguez, Bretón y Cuevas mantuvo encuentros en su día de forma individual y con la debida discreción el vicesecretario de Organización Territorial del partido, Miguel Tellado. Con todos estos mimbres, Génova 13 se ha fijado el tope de un par de semanas para mover ficha y despejar el tablero.