En un piso fueron los comienzos de los socios logroñeses Susi Valdemoros (1964) y Julián Sagastizábal (1963) en la cristalería decorativa. Un despertar profesional que no fue fácil, pero «con mucha demanda, porque aquí no había talleres o tiendas, aunque este trabajo es una montaña rusa, te permite vivir, mejor o peor, pero no da grandes lucros», indican.
Con conocimientos en artesanía artística, el mundo del vidrio les resultaba muy atractivo pero muy opaco y llegar a conocer los entresijos de su profesión costó. «Fuimos a muchos lugares y pocas veces éramos bien recibidos porque muchos artesanos habían adquirido conocimientos y trucos con el paso del tiempo, que no querían compartir con unos recién llegados». En aquel momento «apenas había maneras de formarse, hasta que supimos que muchos proveedores de materiales de Alemania, enseñaban trucos y las formas de tratar cada material». Después, tuvimos opción de aprender con cursos para profesionales en la Real Fábrica de Vidrio de La Granja.
A partir de ahí todo fue más rodado, «cuanto más comprábamos, más formados estábamos, y nos trajimos ese conocimiento alemán». Fue entonces cuando se trasladaron, «abrimos en Calvo Sotelo, enfrente de Empleo, y posteriormente nos vinimos a Duquesa de la Victoria 55».
Composición de una vidriera en el taller que Susi Valdemoros y Julián Sagastizábal tienen en Duquesa de la Victoria 55, en Logroño. - Foto: Óscar Solorzano
Para hacer las vidrieras hacen un boceto, lo dividen en partes mas pequeñas, y como si se tratara de un puzle lo van montando pieza a pieza, y las unen con plomo, cobre o estaño dándoles diferentes acabados en función del trabajo.
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Entre sus trabajos se encuentran restauraciones en iglesias «como Santa María La Real, Santa María de Palacio, los 200 faroles de una cofradía de Haro, un montón de pueblos de La Rioja y Navarra... y también piezas nuevas en iglesias, en bodegas, para el Consejo Regulador...». Valdemoros no recuerda haber hecho cosas especialmente llamativas pero sí «a un estudiante de la Esdir le enseñamos a tratar cristalitos de vidrio de forma segura porque quería hacer un vestido».