Con la vista puesta en el cielo y en el mercurio, la estación de esquí de Valdezcaray se prepara para un inicio de temporada que esperan que no siga retrasando. El invierno hizo su aparición con temperaturas casi primaverales y con una ausencia total de precipitaciones. De hecho, hace 72 horas la situación era completamente diferente a la de ayer:cielos azules y un sol más propio de abril que de primero de año. Pero la irrupción del temporal Gérard, el primero del año, aviva la esperanza de inaugurar, por fin, la temporada del deporte rey del invierno. En la madrugada del lunes, la nieve caída en la zona dejó un espesor de hasta 9 centímetros. Una buena noticia que llama a un optimismo moderado.

Porque, tal y como apunta el gerente de la estación, Jorge Lladó, «las previsiones nos dan espesores muy justos: unos 20 centímetros pero es que necesitamos al menos de 20 a 25 de nieve compactada por los pisa pistas para garantizar el buen deslizaje de los esquiadores y así, fijar una fecha para la apertura de la estación». Además, para fabricar nieve artificial es necesario bajar de los -2,5 grados algo que, por ahora, no se ha producido. 

Y eso con la previsiones meteorológicas no parece posible. «El invierno ha llegado y lo ha hecho enfadado, con vientos de más de 100 kilómetros por hora que están barriendo la nieve caída a los lados de las pistas», señala el gerente de la estación.Tan importante son los copos caídos como las temperaturas que acompañan a esta primera borrasca del 2023. Las bajas temperaturas son claves para la fabricación de nieve y en los últimos meses, la zona de  Valdezcaray ha acumulado jornadas con el fenómeno de inversión térmica: temperaturas bajas en el valle y altas en la montaña. Hasta ahora Gérard ha traído frío y nieve en la zona, pero «no está ayudando demasiado a la apertura de la estación, pero vamos a seguir recogiendo toda la nieve que podamos, ayudando con nuestros cañones y cuanto tengamos la suficiente nieve de calidad, abriremos la estación».
Por delante hay tres meses y medio para garantizar una buena temporada en Valdezcaray, una pista que suma cercanía, accesibilidad  y los mismos precios que 2017 en un invierno que está siendo difícil no solo por la ausencia de nieve sino por una inflación difícil de domar.