"En estos tiempos hay que hacer la vida cómica"

Bárbara Moreno
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La varieté Bárbara La reina de la pantaloneta (Rubén García) se enfrenta a La Pizarra de El Día de La Rioja donde pondera el humor y la naturalidad como forma de vida

"En estos tiempos hay que hacer la vida cómica" - Foto: Clara Larrea

Bárbara La reina de la pantaloneta es la estrella de Las Varietés Riojanas, y como otras bárbaras, está harta de que estos días se hayan acordado más que nunca de ella por la borrasca que ha azotado la Península Ibérica, pero es que ella se siente así,  una mujer que arrasa por donde pasa. Y dentro de ese personaje tan lleno de humor  y desenfadado, se encuentra Rubén García, un actor que quisiera ser como Bárbara, porque es muy dicharachera, «y Rubén no es tan abierto ni dicharachero, soy más para adentro». Rubén y Bárbara han querido enfrentarse a La Pizarra, porque «de Bárbara a Bárbara. ¿Qué puede salir mal?», reconoce un Rubén que cada vez se parece más a su reina. 

 

¿Qué le pasa a Bárbara para estar tan locuela?
Estoy loca desde el día que nací. Le dije a mis padres, que tenían un puesto en el mercado de Abastos de frutas de Albelda, que no quería ser frutera, sino tornera fresadora, que no sabía lo que era pero sonaba muy bien. Entonces fui al Café Moderno, empecé a ver ahí a las vedettes, y me gustaron tanto que empecé a trabajar en la barra, y luego con ellas, y me volví más loca. Pasé de estar en la barra, a estar cantando, con brilli, brilli, lentejuelas, plumas, tacones. 

 

¿Por qué la reina de la pantaloneta?
Era un nombre muy bonito para identificar a La Rioja, la pantaloneta es una prenda muy de La Rioja y es un riojanismo, y yo soy de pura cepa. Y soy reina por ser la estrella que guía.

 

¿Y por qué  Bárbara?
Como Rubén siempre me han dicho que era muy Bárbara, muy salvaje, muy Bárbaro, y queda muy bien. Y mi Bárbara es muy burra, no todas las bárbaras son burras (perdóname, ríe). Yespero que no todas sean como ella, porque el mundo sería una locura.

 

¿Antes muerta que sencilla?
Hombre eso por supuesto. A cualquier sitio que voy, llevo la faja, que es muy importante, es mi pequeño y gran secreto, (y el precinto encima de la faja, para estar más prieta). Pero sí , el precinto lo llevo depende de lo cerca que esté el público (ríe). Eso sí, plumas, brillos y collares tampoco me faltan nunca.

 

¿Hasta donde llegaría subida a los tacones?
Hasta el universo y más allá. Quiero ser vendimiadora, de ahí a concejala de Festejos, de ahí a presidenta de La Rioja, luego de España, y luego a EEUU. Al Área 51 para hablar con los extraterrestres.

 

¿Cómo es Rubén cuándo no es Bárbara?
Soy un chaval de 38 años al que le gusta mucho su profesión, que trabaja mucho con sus emociones, con sus compañeros de Sapo, creando. Me gusta mucho leer, viajar, también ver espectáculos de teatro, la música, la naturaleza, los musicales. Y Disney, por supuesto.

 

¿Qué envidia de Bárbara?
Envidio lo guapa que es. Yo no soy tan guapo (ríe). Eso sí, dice que solo lleva un poquito de colorete y  raya de ojos, pero está más de hora y media maquillándose. Me da envidia que encante a todo el mundo. Y que abra el mundo y el armario LGTBI de par en par con esa naturalidad para que se vea esa lucha y muestre la normalidad que hay y que siempre ha habido.

 

Como parte del elenco de actores también de Sapo Producciones. ¿Qué personaje le gusta más?
Hay varios que me gustan mucho hacer como Mortimer, que se creó para una ruta teatralizada en El Ciego. O Fidela, Fifi, la eterna enamorada logroñesa del francés que es enemigo al otro lado de la muralla en la recreación de El Sitio en San Bernabé.

 

Pero le gustan más los personajes cómicos, ¿no?
Sí, también hago cosas serias, pero disfruto más en las comedias, soy carne de comedia. Me gusta más hacer reír a la gente que llorar, vaya, o que lloren, pero de risa.

 

¿Cómo de cómica o de triste cree que es hoy la vida real?
En los tiempos en los que estamos, hay que hacer la vida cómica y hay que buscar siempre un punto divertido, porque si te quedas en la tristeza, no vamos a ningún sitio. Hay que mirar la lupa de otra manera. Es horrible lo que está pasando, por lo que lo mejor es darle vida a la vida. Es un año que está pasando y que no lo estamos viviendo. El primer día que nos confinaron hicimos programas diarios por Facebook, con Las Varietés riojanas. Hemos hecho entrevistas en Zurracapote Deluxe. El 31 de octubre haremos otro programa de Halloween en directo.  

 

¿Qué hizo Bárbara durante el confinamiento? 
No paré, no quise parar. Me levantaba por la mañana hacía el programa de hora y media ‘Buenos días Bárbara’. Por las tardes me reunía de forma online con El Niño de Alcanadre y Josele para preparar el programa del día siguiente. Hacíamos concursos en los que regalábamos barras de pan y ‘preñaos’ Después se hizo Vermú by Bárbara ya cuando se podía salir. 

 

Con lo bien que lo pasó en  San Mateo de 2019, y en 2020, nada.
Sí, este año hicimos un programa recuerdo de las fiestas de San Mateo del año anterior recordando todos los mejores actos con Bárbara. E hicimos el videoclip Vendimiadance.

 

¿Y eso de que quería ser vendimiadora? 
Quiero ser la reina, y qué mejor que la reina de las fiestas de mi ciudad. Siempre he querido ser vendimiadora, porque me gusta mucho el vino o el zurracapote, y Logroño.

 

Pero también estaba de reportera en San Mateo...
Sí sí, como no me dejaron ser vendimiadora, me fui de reportera al  chupinazo, hice una entrevista a Tete Delgado, estuve en las carrozas, en la carpa de las peñas, y me hice un canal de televisión  ‘Varieté TV’.

 

¿A dónde se llevaría al alcalde de Logroño? 
Le llevaría en una tándem por todo el paseo del Ebro, llegaría a las huertas de Varea a tomar un almuerzo   con un mantel de cuadros blancos y rojos y con el zurracapote. Allí quisiera hablar con él de cómo va Logroño y luego le diría que nos diéramos un baño en el río, claro. 

 

¿Y la faja?
Ya me apañaría yo, calla. (ríe).

 

¿Por qué nos gusta tanto Bárbara? 
Porque soy natural 100%, no tengo filtro y trato a la gente con cariño, como si fuera mi familia, por mi cercanía. Y porque siempre estoy de buen humor.