La Sociedad Deportiva Logroñés saborea su primer día de vino y rosas de la temporada. La victoria con La Nucía liberó a los riojanos que en el derbi volvieron a demostrar su voracidad en este tipo de disputas. Si para los de Llona jugar contra el Calahorra es como visitar al dentista, los derbis capitalinos son lo más parecido a una sesión de baño y masaje. Eso sí, para someter a la UDLhicieron muchas cosas bien, empezando por una intensidad y un compromiso difícilmente igualable. 

Si la afición blanquirroja está de resaca, los jugadores tienen ya en mente la visita este domingo del Intercity (Las Gaunas, 12 horas) en el que será el tercer duelo consecutivo en el Municipal.

Los logroñeses reciben al, probablemente, primer favorito para el ascenso y lo hacen conscientes de que tienen una pegada temible (ocho goles,  solo superado precisamente por los alicantinos en el Grupo 2 y por el Córdoba y el Castilla en el 1) pero, sobre todo, una defensa que en el derbi se comportó a la perfección.

Los de Raúl Llona son por ahora el mejor equipo riojano, una clasificación honorífica en la que se han alternado, hasta la fecha, el Calahorra y la UDL.

La posición, a estas alturas de campeonato, es anecdótica. Importan los puntos y los de Raúl Llona suman ya seis, el 50% de los jugados. El pasado año, a estas alturas, acumulaban cinco y las prestaciones de la temporada 2021-22 parecían, hace quince días, imposibles de emular.

El derbi eleva a jugadores como Diego Esteban, Manny o Borja Martínez pero, además, permite recuperar efectivos como Castri. El optimismo se viste de blanquirrojo en un inicio de campeonato terrible para los de Llona.