"Estabilidad". Ha sido la parte destacada este viernes por el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, durante la visita que ha realizado al Mercado de San Blas, tras la adjudicación esta semana a 27 comerciantes de varios puestos, en concreto, 47 que se ubican en la plaza baja del edificio.

La concesión de estos puestos, situados en la parte exterior del edificio y en la interior (en formato abierto y cerrado), tendrá una duración de 15 años con un canon anual comparable con lo que se abona en la actualidad.

El proceso de licitación de estos 47 espacios, puesto en marcha el pasado mes de mayo, ha sido "en todo momento dialogado y consensuado con los comerciantes de la Plaza de Abastos, quienes desde que comenzó nuestro mandato nos transmitieron que el modelo del mercado no debía pasar por un cierre temporal de al menos dos años y una reubicación, como se planteaba en anteriores legislaturas", ha destacado el primer edil.

"El Mercado de San Blas, en el corazón de Logroño, es un símbolo de nuestros mejores productos, frutas, hortalizas y de las mejores carnes de La Rioja. Tras muchos años de dudas e incertidumbre, esta nueva licitación, solicitada y ansiada por los profesionales que dan vida a este espacio, ofrece un nuevo marco de seguridad en el que poder trabajar a medio y largo plazo y colaborar en la mejora y actualización de un mercado que es santo y seña de nuestra ciudad", ha añadido.

Tras la resolución de este proceso administrativo se da cobertura jurídica a los comerciantes del Mercado de Abastos, donde se llevarán a cabo varias reformas que no supondrán en ningún caso el cese temporal de la actividad económica, como la adecuación de los sistemas eléctricos o la modernización de los sistemas de refrigeración, entre otras actuaciones.

Para ello, entre los diferentes propuestas presentadas por el Ayuntamiento de Logroño la convocatoria de los Fondos de Recuperación de la Unión Europea figura el proyecto presupuestado en 2,8 millones de euros para la rehabilitación y el equipamiento del Mercado de San Blas, que ha sido presentado a través del programa 'Mercados Sostenibles' del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Algo que supone "un nuevo apoyo al comercio local y, concretamente, al mercado tradicional, donde prima el mejor producto y el concepto 'de la huerta a la mesa'", ha apuntado el alcalde, quien ha recalcado que "culmina con la adjudicación de los puestos un trabajo de muchos meses, con el que se consigue dar tranquilidad y estabilidad a estos comerciantes".

Hermoso de Mendoza ha incidido en que, gracias a las ayudas solicitadas, "esperamos seguir creciendo y completando la planta baja del Mercado", del que, además, ha subrayado "el esfuerzo de los comerciantes por su modernización, por dar mejor servicio". Ello, ha añadido, "sin dejar de ser un mercado singular, especial, la esencia de un mercado tradicional".

"Tras muchos años de idas y venidas, en los que se ha generado mucha incertidumbre entre los comerciantes del Mercado, hemos logrado en estos dos años de Legislatura darles estabilidad para 15 años. Queremos revitalizar un mercado que el corazón desde el que se ofrecen a la ciudad los mejores productos", ha señalado el alcalde de Logroño.

Por su parte, Alfredo Iturriaga ha señalado que "llevamos meses trabajando, todos a tope, por esta renovación, y hemos trabajado desde el corazón, poniendo cada uno mucho de nuestra parte para el beneficio de los ciudadanos, de los comerciantes, del Mercado y del Ayuntamiento, y cuando se hace algo desde el corazón, las cosas salen bien".

EDIFICIO SINGULAR.

El Mercado San Blas es un edificio protegido, obra de Fermín Álamo e inaugurado en el año 1930, que se divide que se desarrolla en varias plantas: planta sótano, de superficie 510,43 m2; planta baja de superficie 1513,14 m2; planta primera de superficie 1173,92 m2; y planta segunda, de superficie 1311,96 m2.

La construcción ocupa la totalidad de suelo del inmueble y se configura en una gran Planta Baja Interior, donde coexisten puestos cerrados y abiertos, una Planta Primera con puestos cerrados, una Planta Segunda destinada a actividades complementarias del mercado, y los puestos exteriores del total inmueble en sus cuatro calles a las que tiene fachadas.

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