«Para poder entrenar nos saltábamos la valla de las pistas»

Javier Alfaro
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El exconsejero de Educación Gonzalo Capellán afronta la carrera más difícil de su vida: aspira a ser el próximo presidente de la Comunidad de La Rioja

Capellán recordó los tiempos de juventud en los que entrenaba bajo las encinas que rodean la ermita de la pequeña localidad riojalteña de Cidamón. - Foto: Ingrid

Cuatro años de Concha Andreu al frente del Gobierno de La Rioja han sido más que suficientes para los populares que aspiran a volver a liderar la región, como en los 24 años previos. Ahora la cara visible del Partido Popular para los comicios autonómicos es la del doctor en Historia y exconsejero de Educación, con Pedro Sanz, Gonzalo Capellán.


Afirma que, como tal, no tiene tiempo libre, pero se programa cada día milimétricamente para que pueda hacer algo de ejercicio y «bajar un rato al gimnasio». Lleva una vida sana y activa. «Necesito el deporte, me relaja y también cuido mucho la alimentación» a diario. En su adolescencia lo habitual era jugar al fútbol y correr, algo que él hacía. «Con el comienzo de los Juegos Escolares, el profesor de gimnasia del instituto, don Agustín Olmos, que era muy querido en Haro porque también era voluntario de la Cruz Roja, nos dijo 'quien quiera, puede venir a correr campo a través en circuitos de diferentes sitios' y nos trajo unas zapatillas de las de entonces, de cuero y con unos clavos que parecían para encofrar».  


Entonces, «era como ahora, muy delgadito. En el fútbol destacaba porque era pichichi, muy rápido... me apunté porque me gustaba correr y ganaba las carreras escolares, se me daba muy bien y por eso empecé. Llegué a ganar varios campeonatos juveniles».

Caminos de hierba, barro y encinas alrededor de la ermita de Cidamón en los que entrenaba Gonzalo Capellán en su juventud.Caminos de hierba, barro y encinas alrededor de la ermita de Cidamón en los que entrenaba Gonzalo Capellán en su juventud. - Foto: Ingrid


Nacido en Haro en 1972, el encinar que rodea la ermita de Cidamón le pillaba muy cercano para entrenar, «y es tan tupido que cuando llovía podíamos ir por debajo sin mojarnos», asegura paseando. 


«En esta zona las primeras pistas de atletismo que abrieron estaban en Santo Domingo de la Calzada. Alguna vez que queríamos entrenar y estaba cerrado, saltábamos la valla y alguna vez hasta nos pilló la policía, pero no teníamos otro sitio para practicar, además de hacerlo campo a través». Gracias a esos entrenamientos ganó carreras, algunas internacionales. «Como entrenaba en campos de barro, el cross se me daba muy bien. Yo soy muy competitivo y me fijaba metas a superar, lo que requería trabajar duro, esfuerzo y sacrificio, como todo en la vida».


Aspiraba con «ser seleccionado para entrenar en un centro de alto rendimiento» y poder representar a España en un campeonato internacional o en unos Juegos Olímpicos, como los de Barcelona '92. Sin embargo, su padre, Patricio, exalcalde de Haro, le indicó que «primero eran los estudios», algo que en un inicio le enfadó pero que «posteriormente le di las gracias porque entonces aunque muchos iban a centros de alto rendimiento, si se lesionaban perdían la beca y el tiempo, porque no se podía compaginar con trabajo o estudios».


Como candidato, ahora tiene por delante la carrera de fondo de su vida: la campaña a la presidencia.