Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


La sanidad, talón de Aquiles

21/02/2023

La Sanidad, las carencias de los servicios que presta el sistema público de salud en España, van camino de convertirse en el gran argumento para la narrativa política en vísperas de las elecciones. Las listas de espera, la falta de médicos en la asistencia primaria o las demoras en las operaciones son temas de conversación recurrente entre los pacientes y sus familiares. Que es lo mismo que decir entre media España y parte de la otra. Porque con mayor o menor frecuencia en algún momento de nuestras vidas todos hemos tenido que acudir al médico de familia y, si la cosa se complica, deriva al paciente a un hospital. Y en esa experiencia personal se forja un criterio acerca del funcionamiento de la sanidad. Es decir, que la experiencia genera ideas que pueden acabar siendo creencias.

Y en eso estamos. Las carencias del Sistema Nacional de Salud son conocidas. Conviene repetir que no es ni de lejos el peor de los países de la UE, pero que otros estén peor no debería servir de consuelo. Faltan médicos -se habla de no menos de cinco mil. La pandemia sometió al cuerpo sanitario en su conjunto a un estrés brutal del que todavía se advierten sus secuelas en muchos casos en forma de desmotivación. Los médicos están mal pagados y muchos de ellos se ven obligados a complementar los ingresos que proceden de la sanidad pública con la apertura de consultas privadas. Se quejan los profesionales -y no les falta razón- de que la saturación de las consultas desemboca en la atención primaria en horarios aberrantes de cinco a seis minutos por paciente. La figura del gerente de hospital se percibe como una presencia ominosa, ajena a la componente ética del hecho médico. Los pacientes son personas, no números a cuadrar en una estadística. Todos son problemas. Y escasea la voluntad de arreglo porque los intereses partidistas han emponzoñado las aguas del pozo. Pudo haber un Pacto de Toledo para la Sanidad como lo hubo con las pensiones, pero ese tren ha pasado porque ahora los problemas de la sanidad se han convertido en munición electoral.

Es el talón de Aquiles de las comunidades autónomas como hemos visto en recientes manifestaciones. La izquierda ha tomado delantera convirtiendo en bandera su relato contra la gestión del Partido Popular allí donde gobierna. Visto lo cual, harán mal los dirigentes populares si -como está sucediendo en Madrid o en Galicia y Castilla y León- no reconocen el problema y se enrocan denunciando el sesgo de manipulación política de las protestas. Que existe, claro que existe, pero eso no quita que la sanidad siga con los problemas y carencias que conocemos todos.